Levantate y anda!

Un día decidí emprender. Amigos, familia, conocidos, etc preocupados por cómo iba a hacerlo con un recién nacido, sin ahorros, en otro rubro al que estudié.

Bueno, me compré tapones para los oídos y le puse tantas ganas y empuje, que hoy estoy viendo frutos después de 6 meses de arduo trabajo, gané un contrato con una gran empresa y sigo sumando excelentes clientes. Mi hijo conmigo siempre, está perfecto. Mi marido creyó en mí, me apoyó, nunca ha dejado de decirme todos los días que triunfaré y que está orgulloso de mí. Y en todo lo que pueda ayudar para realizarme, ahí estará. Nunca dejen que les digan hasta dónde pueden llegar. Nunca se conformen con un compañero indolente, ni menos se subestimen. Usted se levanta, se arregla, y sale por sus sueños.