Tristeza

Fui trabajador@ de un hospital muy conocido en Viña del Mar, en el cual asisten famosos como visitas ilustres pero detrás de ello, todo es una mentira.

Trabajé algunos años en este recinto, el cual me agradó en un principio pero después de ver algunas malas prácticas decidí que este tal vez no era mi lugar de trabajo.

1º Punto: Hay alrededor de 50 abuelitos en este hospital, el cual cada uno tiene sus diferentes patologías o necesidades límitadas. A veces de la nada sufren caídas de sus respectivas camas sin saber como ocurrió. Familiares pidiendo respectivas explicaciones pero los profesionales siempre se hacen los locos o a veces no dan cara para dar explicaciones. Las cuidadoras (no todas) son un poco flojas, no se despegan del celular, le piden permiso a una pierna para mover la otra y también está el maltrato verbal en algunas ocasiones.

2º Punto: Hay menores de edad y también adolescentes que viven aquí. Algunos totalmente desconocen lo que pasa en este mundo y otros tienen capacidades límitadas. Aquí me da pena, a veces hay niños resfriados, con uno u otro dolor y el médico simplemente se hace el loco o solo se dedica a sacar la vuelta. Llega a primera hora de la mañana y se retira por la tarde, en ese transcurso de casi 7 u 8 hrs, sólo ve a dos o tres pacientes y luego queda metido en su celular, sentado todo el resto del día. En cuanto a los paramedicos, algunos pasan sentados o metidos en su telefono celular y las excepciones dedicando su tiempo a los niños. Las enfermeras que trabajan 12 horas, dedicados a los pacientes al 100%.

Kinesiologos, terapeutas, fonoaudiologas, enfermera supervisora y sicologas, se tapan unos con otros, hubo ocasiones en que habian pacientes que estaban mal de salud y estas personas nunca actuaron profesionalmente, en el buen chileno, se tiraban la pelota unos con otros.

Respecto a las donaciones, no todo es transparencia.

Mucha gente realiza donaciones de pañales, leche y otros articulos, pero no todo llega a los niños y abuelos. Algunas leches (ensure) las venden en la farmacia del hospital a un precio razonable a como se comercializa en farmacias tradicionales, el mismo tema es con los pañales.

Algunos de los otros articulos que llegan como donacion, los venden en un famoso 'Baratillo' que lo hacen una vez al mes sino me equivoco. Piden donaciones para los pacientes porque se les acaba, pero no les duele vender estas cosas que la misma gente dona.

Por esto y otras razones, decidí renunciar, tal vez no era compatible con todo lo malo que se ve en el hospital pero que en la television hablan puras maravillas. Solo que al momento de donar, también se haga una conciencia, que no todo lo que entra realmente le llega a los niños, sino que va para los bolsillos de los poderosos del recinto.