Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

El Trabajo Soñado

Soy hombre. Hace unos años trabajé en una empresa que le hace el inventario a una de las multitiendas del país. La pega era bastante dinámica, éramos un grupo de 8 personas que viajaban por la principales ciudades del país.

El sistema de trabajo consistía en subdividirse la pega trabajando en pareja, uno asignaba códigos, otro digitalizaba y al final consolidábamos todo lo ingresado con las otras parejas. Yo trabajaba con una mina con la cual anduvimos súper bien, así que nos dejaron juntos para las pegas más grandes. Así, con el tiempo, comenzamos a tener onda, pero a escondidas, cosa que nadie más se enterara y no tuviéramos problemas.

Nos metíamos a todas partes, desde la tienda propiamente tal hasta trastienda: bodegas, oficinas, salas de control, etc. En esas escapadas clandestinas a lugares más ocultos de la trastienda, nos poníamos a revisar los puntos ciegos de las cámaras y aprovechábamos de agarrar pesad:, nos corríamos mano, sus quemadas de ropa y todo el asunto. Una vez tuvimos que meternos a un entretecho a inventariar unos tableros donde no había ningún tipo de vigilancia y terminamos tirando, sin duda que ir al trabajo en ese entonces era de lo más fascinante.

Ella tenía 25 y yo 22 y típico que cuando uno empieza una relación, sobre todo a esa edad, anda caliente y cualquier lugar termina siendo motel. Al final, después de 3 semanas viviendo al límite la adrenalina de que nos descubrieran, terminó pasando lo que tenía que pasar: nos pillaron en plena. Un guardia tenía una cámara oculta en un pilar y el maricón nos sapeó a nuestro jefe, el cual nos echó cagando. Tiempo después me enteré que a ella la finiquitaron, pero que a la semana el mismo jefe la volvió a contratar en un cargo mejor, así que para las mujeres que se quejan de que hay desigualdades, no siempre es así. Terminó la pega, las cosas se complicaron y terminó la relación con ella.

De todas formas, ¡no me arrepiento de nada! Lejos mi mejor experiencia 'laboral', me sentí haciendo el trabajo soñado, donde no duele cumplir horarios, viajar ni hacer horas extras.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.