En verdad esta mala la cosa.
Esta es una confesión laboral y muy personal.
Me encuentro sin trabajo ya dos meses. Estoy desesperada me gana la ansiedad de no poder pagar mis deudas. Hay momentos en los que de verdad pienso y deseo ya no despertar al día siguiente. Estoy a puro arroz los ahorros ya se acabaron llevo una semana sin desayunar ni cenar ya no doy más.
Y si he buscado pega por todos lados, me he caminado Santiago tirando papeles y nada...
No aguanto más