CUIDEN A SUS HIJOS.
Escribo aquí motivado por la mamá de la niña qué mordió a su compañero de sala cuna.
Hace como tres años escribí una confesión aquí, a la que titularon ‘Ahora un cisne’. Y mi historia de resiliencia fue bastante parecida a la de tu hija. Yo iba en pre-kinder y había un pendejo matón hijo de milicos que nos hacía la vida imposible. Se robaba las colaciones, rompía las cosas y nos pegaba a todos. Hasta que un día me hartó y le propiné senda cachetada en la jeta.
El problema fue que desde ese momento para mí comenzaron los problemas. Me catalogaron como un niño ‘habiloso pero complicado’ (tengo diagnóstico de TEA pendiente), pero mi condición explicaría el porqué aprendí a leer y a escribir muy chico. Lamentablemente, el lograr eso me atrajo la mala onda de mis compañeritos, impulsados por sus papis, quienes me odiaban solamente porque los profes me usaban de ejemplo. (En todas las efemérides me hacían dar discursos, provocándome angustia ver la cara de qlo de las viejas y saber que los porros del colegio algo malo me harían después). Esa inseguridad y esa pésima autoestima me duraron hasta la enseñanza media.
Y como escribí la otra vez, a mí me salvó la música. Me dió la seguridad que nunca antes había podido lograr.
En resumen, PROTEGE A TU NIÑA. ¡Defiéndela! En estos tiempos llenos de gente ‘buenista’ no va a faltar los pseudo psicólogos que la harán m*rda sólo por defenderse. Si tú estás ahí como un pilar, la niña saldrá adelante. Mira que ahora defenderse es un pecado, parece. Y ojo, que el niño que la atacó tanto también es resultado de malos padres, que o no le enseñan o no les importa el muchacho.
Adiós.