Niña timida

Desde niña fui muy tímida. Mis recuerdos del jardín infantil son de haber estado apoyada en la pared mirando a los otros niños sin atreverme a acercarme a jugar ni hablar con ellos. Para mí era una tortura tener que saludar o decir 'hola'. Era tal mi timidez que me quedaba paralizada sin hablar. Recuerdo que acompañaba a mi mamá a buscar a mi hermano a clases extraprogramáticas y como yo no saludaba a la profesora, ella le decía a mi mamá 'qué mal educada esta niñita que no saluda' y más encima mi mamá me retaba.

Recuerdo que una vez yo tenía muchas ganas de ir al baño y la parvularia preguntó 'quién quiere ir al baño'? Varios levantaron la mano y fueron. Pero yo no me atreví a levantar la mano y me hice ahí, en la ropa. Y eso me siguió pasando con los años. No por tener problemas de incontinencia, sino que por vergüenza de preguntar si podía ir al baño.

Años después, ya en el colegio, lo mismo: me costaba mucho hablar e interactuar. Me ponía roja y muy nerviosa para las disertaciones. En esa época los comentarios de los profesores y compañeros eran 'parece que le comieron la lengua los ratones', 'no le para la lengua', '¡¡ cállate, deja de hablar !!'
Tuve mi grupo de amigas con las que me podía desenvolver muy bien y lo pasábamos excelente. Pero me costaba mucho hablar con gente que no fuera de mi grupo cercano.

Me iba bien en el colegio. Estuve en uno muy bueno y siempre tuve las mejores notas del curso, el 1er lugar desde 1ero básico hasta 4to Medio. Pero cuando me tenían que calificar por 'participación en clases' me ponían bajas notas y siempre en la libreta de notas iba la observación: 'debe participar más'.

Al salir de 4to medio, pensé que en la Universidad las cosas deberían ser diferentes y debería ser más extrovertida. Soy del sur y me fui a estudiar a otra ciudad.

Entré a una ingeniería en una universidad conocida por sus siglas la 'sin minas'. En la Universidad lo pasé mal. Realmente mal. No me atrevía a hablar con mis compañer@s. Para almorzar, me iba a encerrar al baño y comía ahí, donde nadie me viera, ya que las veces que fui al casino, me daba vergüenza sentarme en una mesa con más gente, ni siquiera con los compañeros que ubicaba. Me sentía tan aislada, temerosa, que decidí a los pocos meses retirarme de la Universidad.

Al año siguiente entré a una carrera técnica de 2 años. Era 'por mientras' decidía estudiar algo que me gustara. Los primeros días fueron terribles. Tampoco me atrevía a hablar con mis compañeras. Recuerdo que pensé que esta vez podría aguantar 2 años sin relacionarme con los demás, que no sería tan terrible. Pero por suerte no fue así. Me hice amiga de una compañera que era lo opuesto a mí: extrovertida, llena de amigos, super llamadora de atención, etc. Esa amistad prácticamente me cayó del cielo, pues éramos muy distintas. Aunque creo que había algo de interés por su parte, pues yo le financiaba los cigarros, los taxis pq vivía lejos, etc. De hecho, hoy ya ni hablamos.

Para conseguir práctica laboral, nos pasaron un listado de empresas a las que teníamos que llamar por teléfono y presentarnos para pedir una entrevista. Estuve aterrada, porque nada me generaba mayor stress que realizar una llamada telefónica. Recuerdo tardes completas mirando el teléfono sin atreverme a marcar un número. Y cuando me atrevía y me contestaban, yo cortaba. Recuerdo que le conté a una amiga y ella me dijo 'cuántas personas quisieran tener la oportunidad que tienes de poder trabajar y tú no la aprovechas!!! '
Me iba a un servicentro que quedaba en la esquina de mi casa, porque me daba vergüenza que alguien de mi casa me escuchara hablar. Ponía las monedas y cortaba. No, no pude concretar ni un solo llamado. Estuve mucho tiempo sin práctica, hasta que una compañera se retiró del CFT e internamente arreglaron que yo fuera a cubrir su puesto. Me desvincularon al poco tiempo y mandaron una carta al CFT diciendo que yo no cumplía con el perfil.

Terminé la carrera de 2 años y entré a otra universidad convalidando. Ahí tampoco pude establecer relaciones con los compañeros, ya que no me atrevía a hablarles. Me titulé y nunca más tuve contacto con nadie. Recuerdo que casi al fin de la carrera, había que hacer una certificación de 'competencia y habilidades blandas' como: liderazgo, trabajo en equipo, etc. Leí de qué se trataba y consistía en que nos iban a calificar según la participación y desenvoltura en actividades grupales. Me empecé a poner muy nerviosa, y tenía que presentarme x día a las 8 am. Llegué ese día hasta la esquina de la universidad y no fui capaz de avanzar más. Ahí, decidí que no iba a dar ese examen, pues me causaba terror tener que formar un grupo con gente que no conocía. Me devolví a mi casa.

En la Universidad también recibí comentarios de mis profesores del tipo 'tienes que participar más, hablar con más seguridad, demostrar más liderazgo, blablabla'

En la práctica profesional, mi jefe me decía todos los días que tenía que 'sacar más personalidad', que si no lo hacía, los tiburones me iban a comer (analogía a que los gerentes me iban a pisotear). A los 3 meses, mi jefe no me quiso contratar, porque dijo que para trabajar en esa área, necesitaba ser más extrovertida.

Recién titulada empecé a buscar trabajo por internet y me llamaron a varias entrevistas. Recuerdo haber ido a varias entrevistas grupales que eran lo más parecido a una película de terror, donde el que quedaba seleccionado era el que hablaba más fuerte y el que opacaba a los demás con personalidad avasalladora. Por supuesto no quedé en ninguna de esas.

Hasta que a través de una consultora de RRHH, me contrataron para un trabajo super piola, donde no necesitaba relacionarme con gente, sino que con la casa matriz que quedaba en otro continente, todo vía mail. Trabajo ideal para alguien sin habilidades sociales. Hasta que tuve que contestar llamados telefónicos en inglés. Me daba tanta vergüenza porque había más gente en la oficina, y yo sufría hablando en público. Ya no podía dormir, vivía nerviosa pensando en lo horrible que es hablar por teléfono. Andaba con cólicos, sentía una tremenda presión interna, nervios, miedo, etc. Estuve 7 meses. Recuerdo que en esa época puse en la balanza: 'trabajar para tener experiencia en esto que me genera terrores nocturnos o renunciar por mi paz mental'. Decidí renunciar.

Empecé a buscar trabajo nuevamente. Estuve 1 año completo cesante. Tiempo que usé para seguir estudiando: hice 2 diplomados en diferentes universidades.

Hasta que encontré trabajo en una oficina donde me dedicaría a trabajar sólo administrativamente, sin contacto con mucha gente. Me pareció ideal. En la oficina estaba sola con la jefa. Ni siquiera tenía que contestar el teléfono. Estuve como 1 mes así, hasta que el dueño de la empresa habló con mi jefa y le dijo que yo no estaba para ser administrativa, que yo era profesional, inteligente y que tenía que ponerme a gestionar. Mi jefa dijo que ella necesitaba sólo a alguien para esa pega administrativa y nada más, así que si él quería otra cosa, pues que me cambien de área bajo otra supervisión.

El dueño habló con otro jefe y me dijo 'a partir del lunes empiezas a trabajar en ventas'.
Me cambiaron de oficina a una compartida con 3 personas más y con el cargo de vendedora. Me dijeron 'tienes que levantar el teléfono, presentarte, coordinar reuniones, ir a visitar clientes y potenciales clientes, contarles a lo que nos dedicamos y venderles nuestros productos. Tu pega será 80% en terreno y 20% en oficina. Tendrás que dar charlas, presentaciones sobre los productos, etc'
Yo me quería morir. Los primeros meses iban a ser de estudiar los productos, las marcas, etc, y después ya derechamente tendría que salir a visitar clientes. Para llamar por teléfono a alguien, esperaba a que mis 3 colegas salieran, porque me daba vergüenza hablar, o me iba a hablar afuera al estacionamiento o a la sala de reuniones donde nadie me escuchara ni me viera. Hablar por teléfono siempre ha sido como una situación super estressante para mí, así que decidí no hacerlo más y hacer todo vía correo. Mi excusa fue 'prefiero que quede registro escrito'.

Fui a mi primera visita a cliente acompañada de un Product Manager. Yo le hablaba al cliente, y el PM me miraba fijamente. Al salir de la reunión me dijo : ¿ y tú siempre te pones así de roja cuando hablas con un cliente ?'
Nunca más quise ir a visitar a nadie.

Empecé a ir al psicólogo para que me ayude con esto que llamo 'fobia social'. El psicólogo dice que simplemente debo salir a visitar clientes. La 1era vez me va a costar. La 2da vez también. La 3era vez ya menos y después se convertirá en costumbre.

Pero no me atrevo. Siento tanto terror del teléfono, de la gente que no conozco, de que me formulen preguntas que no pueda responder, de quedar expuesta, de ser humillada, etc.

Decidí hablar con mi jefe y le dije que no quería seguir trabajando en ventas, que quería algo administrativo. Me dijo que no. Que yo era demasiado inteligente como para hacer pegas rutinarias administrativas, que yo estaba aquí para gestionar comercialmente. Me dijo 'si eres administrativa, te vas a morir como administrativa ganando 300 lucas. Dedícate a las ventas, ahí está la plata, y ahí puedes hacer muchas cosas, lo que quieras. Especialízate en un producto o marca, crea un área nueva, te doy toda la libertad y facilidades para que gestiones. Lo que me interesa es ganar plata'

Y aquí me encuentro. No sé qué hacer. Por un lado, no quiero visitar clientes porque es lo que me genera una tremenda angustia, stress, terror, vergüenza, etc. Por otro lado, es en el área de ventas donde uno puede ganar muy buena plata. Y está demostrado, los que ostentan este cargo, son los únicos que ganan $$$ en esta empresa. En cambio los administrativos, hacen lo mismo todos los días y no ganan más de $300 lucas.

El psicólogo me dice que prácticamente es haberme ganado el Kino el hecho que el jefe me dijera 'has lo que quieras', pero me cuesta tanto relacionarme con gente que no conozco. He pensado en irme de la empresa, buscar un trabajo administrativo donde sólo tenga q ver papeles, o trabajar con planillas excel, sin contacto con gente, para poder estar tranquila. Pero después pienso en el dinero y en todas las posibilidades que tengo en esta empresa para desarrollarme profesionalmente y crecer, realmente es como la pega soñada, pero tengo todas estas trabas internas que me quitan libertad y me siento pésimo y vivo sufriendo encerrada en mi pieza sin saber qué hacer.