Confieso que soy secretaria de una repartición pública y estoy aburrida de la floja de mi colega. Llega a las 9, que es la hora en que tenemos que empezar a atender público y se pone a desayunar tranquilamente, luego se pega su par de vueltas al baño y recién ahí empieza a trabajar. Más tarde sale a hacer las compras del día al supermercado, vuelve toda cargada y demasiado agotada para trabajar según ella, vuelve al baño y así todo el día. Por supuesto que la pobre idiota que tiene que atender a toda la gente que llega soy yo