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Como llegue a ser lo que soy

Desde bien chica fui una aprovechadora, en mi casa la situación era precaria. Me juntaba con los niños más mimados para que me dieran jugito en caja o alguna otra colación. Pero no sólo yo fingía amistad, ellos también se aprovechaban de mi. Tuve siempre el mejor promedio y que yo estuviera en su grupo les beneficiaba enormemente, tanto en trabajos como en pruebas.

¿Me sentía mal? Sí, pero me decía a mi misma que eso era lo que me tocaba, y recordaba a mi padre diciendome 'el pobre siempre le sonríe al weon (al burgués)'. Yo era la pobre, ellos los weones.

De adolescente, conocí la bajeza de los varones y como eran capaces de arrastrarse por un par de tetas. No les voy a mentir, era una chica linda, tenía arrastre. Solía salir a citas con prácticamente cualquiera que me hiciera ojitos para ir a comer gratis. No fingía interés, nunca besé a alguien que no me interesara. Simplemente yo me aproveche de su poder adquisitivo y ellos de mi presencia.

Ya en la universidad, intentando mejorar un poco mi situación y la de mi casa, me puse a trabajar. Nunca fue suficiente. Siempre habían gastos y más gastos y con un empleo part-time no podía solventarlos. Lo lógico sería esperar a titularse y conseguir un empleo con mayor remuneración, pero la situación era insostenible y tenía 2 manos y 2 pies: podía ayudar. Como los empleos full-time también pagaban una miseria, decidí seguir estudiando. Mi pareja de ese entonces viendo mi desesperación me empezó a ayudar, a dar dinero. Se lo recibí. Las cosas mejoraron en casa. Tiempo después terminamos.

Después por estas cosas de la vida me topé con el mundo de los suggar daddys: hombres exitosos que buscaban a una joven atractiva con la cual presumir, tal como un trofeo. Le dan regalos, la vida que ellas quieres. Por su parte, ellas le dan la jovialidad, alegría y belleza que ellos buscan. Una relación donde ambas partes se beneficien. 'Ya he recibido dinero de mi ex antes, una vez más qué importa?' pensé. Si bien es cierto que las cosas en casa estaban como nunca, la ambición me condujo, simplemente yo quería más. Me puse a pensar en que si yo conociera a un hombre exitoso, inteligente y rico, probablemente me enamoraría de él.

Así somos los humanos. La mujer se enamora por el oído, el hombre por la vista. Y yo, como mujer atractiva iba a explotar eso. Tuve varios suggar daddys. Todo mientras estaba en la universidad, estaba becada, pero les decía que tenía que pagar la colegiatura para que me dieran el dinero. Me hice una pequeña fortuna y eso que no tuve sexo con todos jo. Pero no soy una simple aprovechada, si hubiese conocido a esos hombres en cualquier otro ámbito también me hubieran gustado y también les hubiese prestado la coneja. Pero como ven, ponerle precio es mejor a hacerlo gratis.

Hoy, llevo una relación de 2 años con mi suggar daddy. Me titulé este año, pero sin siquiera haber trabajado ya tengo departamento a mi nombre y ropa de diseñador, ahora voy por el auto. Hago lo que quiero en mi día, salgo, viajo, no tengo horarios, no tengo presiones. Mi suggar daddy es un hombre apuesto, rico, divertido, inteligente. Probablemente también me gustaría si lo hubiese conocido en un pub, también le hubiese dado la pasada, pero busque la mejor rentabilidad a mi persona ;)

Ahora quizá se pregunten porqué les cuento esto, además que saben que no hay plano laboral en mi vida. He leído como muchas chicas (y chicos también) recién egresados no encuentran trabajo, sé que algunos de uds tendrán alguna relación, pero pónganse a pensar en lo que ganan con ella y lo que podrían ganar siendo suggar baby. Son jovenes, no creo que a los 43 alguien les pague por ser su pareja, es ahora o nunca, piénsenlo!



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