Tacaños extremos...
Luego de andar de trabajo en trabajo como pelota de ping pong, al fin llegué a un lugar donde relativamente trabajo tranquila y me mantengo lejos de cahuines (aunque aquí no se ve mucho eso).
Pero... Cuando intento ver el tema de mejoras en las condiciones laborales para los funcionarios o las condiciones del recinto aparece esa piedra de tope llamada jefe.
No puedo tocar temas monetarios con él porque se escandaliza. Todo lo encuentra caro y es un parto hacer que suelte lucas. Vieran cuanto sufre al tener que firmar cheques para pagar facturas.
Yo manejo todo lo que ingresa y no es para nada poco, pero él insiste en que no tiene plata, que hay que reducir los gastos y bla bla bla.
Les juro que trato de hacer hasta lo imposible para que las personas tengan las comodidades necesarias y trabajen motivados, pero la tacañería del jefe me supera.
Me encanta mi pega, en serio, pero si no hay compromiso y apoyo no se puede avanzar.
¿Será que debo abandonar el buque?