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Entre pera y bigote

Que Talca, confesores, cómo les baila. He aquí mi confesión.

Resulta que poco antes de la pandemia trabajé en un packing de cerezas ubicado en una comuna de la región del Maule considerada la capital del oro rojo en Chile, fruta ultra cotizada por nuestros queridos hermanos chinos. En esa planta frutícola, el tema de la alimentación de los temporeros estaba a cargo de una empresa concesionaria externa cuyo dueño era un pintoresco fantoche que en realidad nunca supimos si era tonto, caga'o al mate o simplemente un déspota clasista sacado de una novela de Mark Twain, Dostoyevski, o Isabel Allende pero versión Fruna.

El tema es que este individuo a la hora de colación de los trabajadores se sentaba en una mesita con mantel largo dentro del espacio destinado a las personas que manipulaban los alimentos en el casino, sacaba un tremendo plato con pollo asado y papas fritas y se servía una copa de vino como si del restaurant del Sheratton se tratase, como queriendo ostentar superioridad ante el gran contingente de temporeros que trabajaba allí, intentando hacernos sentir inferiores creyéndose el rajá de Dubai mediante esa demostración de pseudo status. Perfectamente podría delegar su labor al supervisor que tenía en el lugar y mandarse sendo banquete en su casa sin necesidad de hacer ese ridículo teatrillo medieval en frente de todos.

Hasta que un día se dejó caer en el casino el mismísimo dueño del packing acompañado de un asistente de gerencia y lo pilló chanchito empinándose un merlot entre pera y bigote en su mesita de siempre, a sabiendas que en una planta de alimentos está requete contra prohibido consumir alcohol y todo tipo de estupefacientes. El mandamás de la empresa anfitriona solo lo miró e hizo un gesto como diciendo 'ya...ok'.

Al rato, esperó a que el tipejo ese saliera del casino, se le acercó y sólo se limitó a decirle 'sabe qué más?, hasta aquí no más contamos con sus servicios. Hasta luego'. Y hasta ahí no más llegó.

Hay que ser humilde en la vida, digo yo.

Eso, que tengan un buen fin de semana largo.



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