Feliz como lombríz

He trabajado toda mi vida. Soy mujer, Tengo 34. Fui madre y cuando se terminó mi post natal, renucié. No soporté la idea de estar sin mi bebé, o tener que dejarlo en brazos de otra persona.. Afortunadamente, algo de ahorros tenía, y siempre con algún emprendimiento, matute o formas de generar algunas lucas. Soy de costos bajos, no me gustan los lujos, así que con eso daba para sobrevivir bien.

Llegó la pandemia, el encierro en casa, mi pareja que es profesor, no lo veía de 7:50 am hasta que bajaba a almorzar, y de ahí se encerraba de nuevo hasta las 20:00 aprox. Y los fds, corregía miles de pruebas, trabajos y tampoco lo veía mucho. Eso fue desgastando la relación, empecé a sentirme ahogada, presa en casa con el hijo, cabreada de cocinar, lavar ropa, loza, ordenar, y tooodo lo que significa la casa... y decidí que quería volver a trabajar. Pero el Gran PERO, qué hacía con mi hijo?, no habían jardines, y encontrar a alguien que lo cuide con amor, es harto difícil. Así que comencé a definir que tipo de trabajo quería y podría acomodarme, que me gusta hacer, que horarios estaba dispuesta a transar, cuanto quería ganar y fui 'proyectando' el trabajo que deseaba. Y saben que?? Todo resultó tal cual. lo Desee tanto, que un día, me contactó una persona que me conoce, y me dice 'Necesito a alguien como tu', te ofrezco bla, bla, bla, tu me dices cuanto quieres ganar.. Quiero que trabajes conmigo. Yo le dije todo lo que ya tenía en mente, mis requisitos y aquí estoy.

Feliz como una lombriz. Tengo mi pega soñada.

Mi hijo va al jardín y todos somos felices.

Confesión No Toxica de una madre primeriza.