Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

Complejidades de la vida

Soy Profesora de Educación Básica, titulada hace pocos años.
Mientras estudiaba en la Universidad conocí a mi pololo, el con 4 años más, ya trabajaba, nos enamoramos y vivimos una historia muy linda, era todo lo que soñaba tener, tiempo después vivimos juntos, su sueño era ser papá, por lo que le prometí que una vez que esté titulada y con un trabajo estable tendríamos un hijo/a.

Un día mi pololo estaba trabajando, y un hombre lo asaltó colocando un arma en su cabeza, le dio todo lo que tenía en efectivo, y volvió a suceder, lo fueron extorsionando poco a poco y carabineros no hizo nada, hasta que finalmente cuando mi pololo se rehuso a no dar más, el aflojó el gatillo, dejándome sola, en una casa vacía, llena de sus recuerdos, de sueños, con mucha rabia, ya que la justicia no existió, siendo que esta persona ya había matado a alguien anteriormente y no cumplió su condena, pero el estaba libre.

Pasó el tiempo, y entré a mi primer trabajo, estaba contenta todo bien, hasta que veo entre mis niños de primer año básico una cara conocida, busqué rápidamente su apellido, era la hija de quién me había arrebatado al amor de mi vida, estaba en mi nivel, yo era su profesora, mi primer trabajo, y recibí ese impacto.

Pese a todo, no la sacaron del colegio (obviamente la pequeña no tenía nada que ver), seguí trabajando y creciendo laboralmente, viéndolos ir a buscar a su hija como una familia feliz y pese a todo lo vivido, nunca hice diferencia entre mis estudiantes y ella, la vi crecer, la acompañé durante dos años, y no pude no quererla, no pude evitar abrazarla en cada problema que tuvo, no pude evitar sonreír cuando ella me miraba, no pude, porque aunque su padre me quitó el futuro que quería para mi vida, ella no era la culpable...

A ti mi amor, que sé que me estás acompañando, quedaron tantos planes pendientes, he sido fuerte, te he recordado en cada momento, ya me titulé amor, ya soy Profesora, soy profesional, era el tiempo de cumplir nuestros sueños, sé que lo sabes, pero quería escribirlo y también sé que estas orgulloso de mi, te extraño y te amaré toda la vida, siempre dijiste serás la mejor profesora porque das todo por tus niños/as y está más que demostrado con lo que me tocó vivir.

Espero que si después de esta vida, hay otra, pueda tener un pedacito de ti, que corra por toda la casa, nuestra casa, que quedó complemente vacía sin tu risa...



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.