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Estaba leyendo la confesión de la amiga que le gusta el tipo maraco... Y tengo una explicación y una historia...
Es verdad, a las mujeres nos gustan y nos han gustado siempre, por los siglos de los siglos, los minos malos.
Esos que te hacen llorar, que no te pescan, que 'quieren solo pasarla bien', como es la tónica de hoy en día.
El tema es que a nadie le gustan los minos buenos que se quieran casar y tener hijos.
A nosotras también nos gusta la adrenalina y la expectación que nos genera un tipo así.
A mí me pasó y también en el trabajo.

Yo era más chica y trabajaba en una empresa grande con puros ingenieros industriales.
Los que cachan saben que esos puestos son casi para puros hombres pero en fin, alguien tiene que hacer la diferencia...
Yo llevaba como un año trabajando ahí cuando llega un nuevo compañero.

Los hombres, ( pa que estamos con cosas) son bien influenciables también.
Este mino era simpático, guapo, buena onda y carretero como el solo.
Todos caímos rendidos a sus pies, ellos me hicieron el vacío sí, porque este mino decía que yo no tenía que salir con ellos porque él era muy mala influencia.
Así que no me incluían, era pesado conmigo pero ahí estaba yo toda babosa por él.

Lo peor de todo es que era muy caballero, entonces como que me cuidaba, me traía pastelitos y me regaloneaba.
Lo malo era que mis compañeros, decían que era un maraco y que siempre se agarraba a las minas y las dejaba llorando.
Fue mi cumpleaños, salimos por primera vez -en mucho tiempo- todos juntos a un after office...
Me fui a bailar con otra amiga y me sacó a bailar un mino y me lo comí...

Al otro día, este mino no me hablaba, y solo lo hacía para decirme irónicamente que anoche poco menos que me había pelado con medio mundo.
Pasó el tiempo y este mino se volvió medio raro... hasta que un día le dije que si estaba enojado conmigo?
No, pero se sinceró y me dijo, que le gustaba pero que no iba a hacer nada conmigo porque éramos compañeros de trabajo y que nos podía afectar.
En ese momento habíamos salido ya de la pega y íbamos caminando al metro y él a su bici...
Me acerqué más y le chanté un beso...

Ese fue el final...

Salimos, me enamoré, empezamos una especie de 'relación', pensé que lo podía cambiar, mis compañeros me aseguraban que me cagó mil veces y yo la tonta seguía creyéndole que no, hasta que un día lo vi muy cariñoso con la secretaria del jefe...
Sufrí más que la chucha, me salió otra pega y nunca más lo vi, hasta el día de hoy sigo pensando en él.

Lo sé, las mujeres somos tontas :/



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