Me fui a trabajar a un diario de Chillán. Uno bastante penca en varios sentidos.
El gerente (si bien no era mi jefe directo) era terrible e' cagao, pero para un 18 de septiembre estuvo durante todo el mes anunciando con bombos y platillos que habría 'un gran asado gran' para celebrar como corresponde las fiestas patrias.
Los de ventas nos decían a los de prensa:'chiquillos' tenemos el manso canje con una carnicería, se viene weno weno' Nosotros súper contentos porque podríamos sacar -aún más- la vuelta en el asado.
Llegó el gran día.
Veo por la ventana.
Caché las longanizas y dije 'cabros! ya tiraron las longas, bajemos a comer'(pensando en que pronto se venía la carnecita).
Bajamos y ése era el asado. Puras longanizas.
Longanizas de Chillán.