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Confieso que desde niña quise ser Ingeniera Civil Informática.

A mis tiernos 11 años quise mezclar los códigos fuente que venían en el manual del Atari que tenía en la casa (con eso me picó el bichito).
Incluso, en la época en que programación era especialidad en la educación media, me metí.
Creo que esa fue una seguidilla de malas decisiones respecto a esto, porque el colegio realmente valía callampa, hasta tercero medio no aprendí nada, y recién en cuarto medio tuve profesores del área que eran decentes.

Siempre me gustó más meter las manos en el código fuente que hacer gestión.

Ya saliendo de cuarto medio, me metí en una carrera que nadie conocía, por lo que en las entrevistas de trabajo tenía siempre que andar explicando, por lo que llegué a la conclusión de que la carrera era penca, así que no me titulé (lo que no me ha impedido trabajar).

Desde el origen de todo, han pasado 22 años, ahora si estudio ingeniería informática en una universidad privada, me costeo yo sola los estudios, trabajo en un lindo lugar (me refiero al ambiente), pero de un tiempo a esta parte me siento como Tito Larraín en la zapatería.
Todo para mi son viejas guatonas enormes que quieren usar zapatos nro. 35 y no quiero estar ahí.
Veo a mis compañeros de sección (el grupo con el que me he estado juntando son todos cabros de menos de 25),
y todos están súper motivados, creando empresas, son felices en lo que hacen. Pero yo no.

Me siento cansada, sin ganas de nada. Estoy a punto de echarme un ramo, y los otros los saco apenas para pasar.

No sé si a ustedes les pasó o les pasa lo que a mí. No sé dónde acudir. No sé qué hacer.
De verdad quiero re encantarme con mi vocación. Programar es lo que más amo en el mundo y es lo que me ha dado todo.
Me siento triste, al nivel de no querer ni ver ni un hola mundo cuando llego a la casa, y el fin de semana sólo duermo y no hago nada más.



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