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No es para todos!

En el día de la secretaria, quiero contar mi experiencia cuando intenté serlo...

Soy profesora y como casi todo profe (excepto algunos bendecidos) he tenido periodos de cesantía. Durante mis años trabajando hice todo tipo de labores aún siendo profe, entre esos, también atendiendo apoderados, público general, matriculando alumnos, trabajando con el computador y todo lo que implica aquello (trabajo con plataformas, RRSS, etc).

Es por eso que en un tiempo de cesantía, postulé a un trabajo de secretaria en un estudio jurídico. Si ya sabía manejarme con la informática y tenía experiencia atendiendo público, ¿qué podía salir mal? Además, necesitaba el dinero con urgencia, por mi familia.
ERROR... comienzo a trabajar en el estudio jurídico. Se suponía que era top la cosa (aunque igual pagaban el mínimo, pero mientras no saliera otra cosa, 'era lo que había'). Cuento corto que en el famoso estudio jurídico NADA funcionaba, nos anexos tenían problemas y cuando no podía pasar una llamada, obvio que me penqueaban a mi, ni el internet, ni el teclado del computador, ni la impresora. Muchas veces, semanas, me las arreglaba llevando mi propio notebook y tratando de imprimir desde el computador de la asistente jurídica, que alegaba cada vez que le ocupaba el computador. Otros abogados me llenaban de estupideces para imprimir en las horas de más flujo de clientes (entradas para el estadio, tareas para los cabros chicos), otros me pedían escanear y la impresora hacía las weas que quería, al final todo había que hacerlo prácticamente página x página, y la puerta no paraba, gente dejando recados, varios que llamaban a un abogado que nunca estaba que era un chanta que se quedaba con los papeles de la gente y no les terminaba de hacer trámites y otros abogados me tenían para trámites personales, como solucionarles deudas de tag, llamar a las autopistas, pedirles gas para su casa, etc.

Todos los favores extras eran 'parte de' e hice mi pega con la mejor cara, pero la cosa seguía igual, yo llamaba a los que arrendaban la impresora para que vinieran a arreglarla, al técnico de computadores para que viera qué chucha pasaba con la red, llamando a los del teléfono para que viniera el servicio técnico, yo quedándome hasta 2 horas después de mi jornada porque típico que estos gallos venían justo a la hora de cerrar, etc.

¡¡¡Puros atados weones!!!

Esto sumado a un extraño trato de las abogadas, que parece que no me pasaban mucho, cuando sabían que yo no era secretaria estrictamente hablando les cambiaba la cara, o sea antes yo cachaba que poco me pescaban, después se enteraban que yo era profe y la típica pregunta: ¿qué haces aquí? pero igual como bicho raro. Otra cabra recién titulada de abogada, simplemente no me pasaba, era la típica pinturita de taco aguja y falda aunque hubieran 5 grados afuera, cuando no trabajaba estaba en el escritorio maquillándose y sacándose selfies y vitrineando en el computador en la tienda online con D que vende ropa. No sé por qué la mala onda, si yo hacía mi pega piola, no le pedía nada, además yo era mayor que ella, pero ni me saludaba.
Finalmente y con dolor de mi corazón y bolsillo, pensé: '¡qué tengo que estar aguantando weas!' más encima de los 'jefes' nadie se movía por arreglar nada pa que la cuestión funcionara, si obvio que pa eso estaba yo. Cuando renuncié, uno de los dueños me subió y me bajó y amenazó con no pagarme nada, aún cuando yo le anuncié mi renuncia con 1 mes de antelación y le manifesté que era difícil trabajar sin tener las facilidades. No me mandé ningún condoro nunca (gracias a Dios), simplemente no le gustó que yo me fuera. Menos mal me pagaron, pero tuve que aguantar la tremenda parada de carro sólo por la plata y mi familia, que la necesitábamos.

Ojalá nunca vuelva a pasar por una experiencia así, es por eso que cada día de la secretaria lo recuerdo pero con cierta tristeza, porque me tocó vivir uno.

(Gracias a Dios hace mucho volví a trabajar en mi profesión, en donde las cosas, a pesar de todo, funcionan harto mejor y el trato...no hay comparación).



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