Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

Hola
Ya que es el miércoles paranormal, quiero contar mi historia.
Muchos no me creerán pero en fin...
Soy diseñadora gráfica y trabajé mucho tiempo en una agencia de publicidad que estaba en ubicada en casona antigua.
El piso era de madera y crujía mucho, los que conocen las agencias sabrán que muchas veces debemos quedarnos hasta tarde
terminando gráficas y piezas que los clientes corrigen muchas veces.

En esa casa siempre se desaparecían cosas y nosotros bromeábamos con que uno de nosotros se estaba llevando las cosas.
Un día le contamos al jardinero que iba a cortar el pasto de las casas vecinas. Él llevaba harto tiempo trabajando ahí y nos dijo:
¿Pero no les contaron por qué esta casa la vendieron?

Nos dijo que la señora de la casa había muerto en extrañas circunstancias, ella siempre dijo que un duende se le había pegado pero nadie
nunca le creyó. Supuestamente este 'duende' le había prometido que se la iba a llevar si ella no accedía a estar con él.
No le creímos y dijimos yaa el viejo está loco.

Pasaron los meses y un día me tocó quedarme hasta tarde terminando una pieza.
Mis compañeros ya se habían ido y me dieron las llaves para que cerrara cuando me fuera.
Estaba a punto de terminar y siento que alguien sube la escalera.
Los jefes ya se habían ido así que me asusté pensé que alguien habia entrado a robar.
Pregunté super estupidamente si habia alguien y nadie respondió.
Miré hacia la escalera y no había nadie.

Me giré para volver al PC y algo me pegó en la cara! Sentía como que me ardía la cara!!
Mandé a la chucha la gráfica y sali corriendo, llamé a un taxi y me fui.
Al otro día le conté a mi jefe lo que había pasado y nadie me creyó. Desde ahí las cosas se empezaron a poner extrañas...

Iba al baño y me golpeaban la puerta, o estaba calentando mi almuerzo y el microonda no funcionaba.
Me daba terror quedarme hasta tarde e intentaba trabajar lo más rápido posible para terminar todo luego.

Pero ya las cosas están mal, me siento paranoica, como si alguien me siguiera todo el tiempo.
Ahora esa cosa está en mi casa, voy a tomar una taza y me la corre.
No puedo dormir porque en la noche siento pasos, risas y que me aprietan los pies.

No quiero contarle a nadie porque nadie me creerá pero ya no puedo vivir así.




No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.