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La vida da muchas vueltas

Estuve en una relación amorosa de alrededor de 6 años, partimos siendo universitarios y con el tiempo ella se tituló de una buena universidad, sin ninguna deuda por estudiar becada, consiguió trabajo en menos de 4 meses (un excelente trabajo) y en menos de dos años se cambió a una empresa muy grande de este país. Hizo un diplomado, estaba optando a mejores empresas y condiciones laborales y todo eran buenas noticias para ella. Cualquiera que la viera la consideraría como una mujer exitosa ya que no ha cumplido ni 30 aún.

Al contrario de ella, yo tuve una suerte distinta. Estudie en una prestigiosa universidad estatal reconocida por sus movimientos estudiantiles. Resultado: del tiempo que estuve allí estuve aproximadamente 14 meses entre paro y tomas. Me cambié a una universidad privada (una de las más lucrativas y caras del país) y todo era felicidad, cursaba mi 4 año y me iba relativamente bien en comparación a muchos, y entre problemas personales, de plata y crisis vocacionales tuve que congelar. Mi opción era trabajar en cualquier cosa esporádica para juntar plata y retomar lo antes posible. Entre ese proceso de buscar trabajo se me informó que había perdido la beca y el crédito con el que estaba estudiando por lo que si quería retomar tenía que pagar alrededor de 500 mil mensuales, cifra que para el joven chileno clase media promedio es casi imposible. Si otra alternativa busque trabajo y pase por todo tipo de labores. Garzón, Uber, callcenter, etc. Solo trabajos por plazos fijos y con una remuneración insignificante en comparación a lo que mi ex ganaba en ese entonces.

Siempre me dijo que a ella no le importaba el dinero, o así me lo hacía sentir. Yo cuando pude le ayude en lo mínimo que fuera y ella conmigo fue igual, pero un día se aburrió y me dijo de que por culpa mía los planes que teníamos en común (vivir juntos, casarnos, hacer vida en común) nunca habían funcionado. Que tenía solo trabajos mediocres y que no surgía. Y es así como decidió botar 6 años de historia como si nada. Yo reconozco que ha sido una etapa laboral difícil, he pasado de pega en pega haciendo el mejor de los esfuerzos, siempre siendo el mejor evaluado y a fin de contrato lo típico: 'por necesidades de la empresa no podemos renovarte'. Pero todo lo que he conseguido con estas pegas mediocres estaba destinandolo para un futuro con ella. Cosa que no le importó o más bien no valoró.

Estuve super mal, caí en depresión, mi autoestima cayó y me hizo sentir un poca cosa. Pero hoy ya pasado algunos meses desde que me dejó quería desahogarme y decirle que todos tenemos un tiempo para ir logrando nuestras cosas, la vida da muchas vueltas y se que si estuve abajo llegará el día en que estaré arriba. Para llegar al éxito hay que partir desde lo más bajo y se que lograré grandes cosas. Terminaré una carrera, tendré un buen trabajo y un buen pasar. Lo sé, estoy seguro. Lástima que no valoró lo que tenía al lado.



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