Un buen domingo

Más allá de quién salga hoy, si gana el de acá o el de allá, quiero confesar que lo mejor de este 14 de diciembre no es la democracia, sino el silencio.

Llevamos semanas con la locura de la Navidad encima: los malls reventados, bocinazos, gente corriendo histérica por un regalo. Era un caos.

Pero hoy salí a caminar y fue un regalo. Las calles semi vacías, poco auto, una tranquilidad que ya no se ve en estas fechas. La ciudad obligada a bajar las revoluciones.

Sinceramente, el verdadero ganador de hoy fue este domingo de paz. Fue un respiro necesario antes de que mañana vuelva la locura de fin de año.

Agradecido de este oasis de calma.