Mi lujo
Me compré los últimos AirPods Pro. Y ojo, esto no es un comercial de Apple ni nada, de hecho me dolió la guata gastar casi 300 lucas en unos audífonos.
Pero tengo que ser honesto: no los compré para escuchar mejor la música. Pagué esa plata para no escuchar.
Me subo al metro y veo a la gente con esos audífonos de 15 lucas que deben filtrar tanto ruido como una cortina de baño. Están condenados a escucharlo todo: el chirrido de los rieles, los raperos improvisando a los gritos y, lo peor de todo, el desubicado de al lado viendo TikToks a todo chancho sin audífonos.
Yo me pongo los míos, activo la cancelación de ruido y el mundo simplemente se apaga. Es brígido pensarlo así, pero me di cuenta de que hoy en día el silencio es un lujo premium. Todo ese ruido ambiente, lamentablemente, es para quien no puede permitirse pagar para borrarlo.
