El gato travieso
Confieso que el otro día me quería enterrar vivo...
Estaba en una reunión por Teams con toda la gerencia. Según yo, tenía el micrófono apagado. En eso, mi gato salta arriba del escritorio y me bota el vaso con agua encima del teclado.
Le grité con el alma: '¡SALE DE AHÍ, GATO CULIAO!'.
Se hizo un silencio eterno en la reunión. Nadie hablaba. Hasta que el gerente general dijo, súper serio: 'Esperamos que el gato se encuentre bien, sigamos'.
No he prendido la cámara en todo el día de pura vergüenza.
