Confesión pre-navideña
Ya tengo listo el regalo para el amigo secreto de este viernes. Me tocó un colega que me cae ahí no más, así que apliqué la vieja confiable del ahorro.
Busqué en el fondo del clóset y pillé una caja de chocolates finos que me regalaron para mi cumpleaños (en marzo) y que nunca abrí. Revisé la fecha y vencen justo el 31 de diciembre.
Ya los envolví bonito y están listos para la entrega. Si se los come luego, todo bien. Si los guarda pa' después de Año Nuevo... bueno, cagó no más. El reciclaje navideño ya empezó.
