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El malentendido

Trabajo en una empresa de tecnología revendiendo licencias de software. Hace un tiempo, la marca mayorista con la que trabajamos lanzó un incentivo comercial: si vendíamos más de 100 licencias en un mes, nos daban una giftcard de un monto considerable.

Me enfoqué en la meta y logré vender la cantidad requerida. Al finalizar el mes, me contacté con el ejecutivo de la empresa mayorista que nos atendía para cobrar el premio. Él me dijo que tuviera paciencia, que había retrasos administrativos y que las tarjetas aún no llegaban. Pasaron un par de semanas y seguía dándome excusas.

Como pasó demasiado tiempo, decidí llamar directamente a la oficina central de la empresa mayorista, saltándome al ejecutivo. Pregunté por la fecha de entrega de los premios. Me respondieron que las giftcards se habían entregado hacía varias semanas. Revisaron sus registros y me indicaron que la mía figuraba como 'entregada' y que tenían un documento firmado por mí confirmando la recepción.

Me enviaron una copia del documento escaneada. La firma que aparecía ahí no era la mía, era una falsificación evidente. Les expliqué la situación y les demostré que yo no había recibido nada. La empresa mayorista asumió el error de seguridad, me entregaron mi giftcard correspondiente de inmediato y comenzaron una auditoría interna.

Al poco tiempo, despidieron al ejecutivo. Resultó que él había falsificado las firmas de recepción y se había quedado con los premios de varios vendedores que cumplieron la meta.

Lo más insólito fue que, después del despido, el tipo me contactó muy molesto. Me acusó de haberlo delatado y dijo que todo era un 'malentendido' que él podía haber arreglado. La verdad es que mi intención nunca fue que lo echaran, yo solo quería cobrar el premio por el trabajo que hice. Seguramente se había quedado con decenas de tarjetas y pensó que nadie reclamaría directamente a la gerencia



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