Las vueltas de la vida
Saludos, les escribo una pequeña historia de mi experiencia.
Inicié el mundo laboral sabiendo menos que nada, había estudiado en la universidad pero por falta de compromiso y la enfermedad terminal de un familiar tuve que salir y meterme a trabajar en lo que fuera, no para mantenerme, sino para pagarle medicamentos y tratamientos a esa persona (en paz descanse).
Cuando tuve la oportunidad de entrar a un trabajo bien pagado, con contrato a prueba y posibilidad de quedar indefinido, me tiré de cabeza y fui aprendiendo sobre la marcha, un poco lento lo reconozco, pero preguntaba y mejoraba y eso muchos me lo reconocían exceptuando un compañero. Este compañero se dedicó a burlarse de mí cada vez que pudo, también a ningunearme frente a todos, hasta el supervisor le avisaba la cueca.
Intenté conversar con el (en ese entonces aún era buena persona y creía que las cosas se solucionaban conversando en el trabajo) y siempre recibía como respuesta que me daba la espalda y se iba a otro lado, o más burlas si estaban los demás.
Al final, no pasé a indefinido porque, como no me llevaba bien con el (sin que yo hiciera nada más que aguantar los malos tratos), pues decidieron sacarme.
Caí en una pequeña depresión que no se la comenté a nadie, sin tratamientos intenté avanzar y me reinventé, con ayuda de mi ahora esposa, y fui progresando, al punto que a la empresa que ahora presto servicios me tienen catalogado como un buen trabajador, en un buen puesto y he rechazado jefatura 2 veces (no me sirve el horario, soy papá ahora y priorizo a mi familia).
No quiero dar mucha información respecto a mi trabajo, pero luego de que pasan con el reclutados y el psicólogo vengo yo con pruebas técnicas, tanto teóricas como prácticas.
Y tal como deben estarlo pensando, llegó este tipo a ser atendido. Pasó la primera entrevista, pasó el psicológico y llegó conmigo, con esa actitud de m!erda de 'hola tanto tiempo, te acuerdas de mí?'
Era una oportunidad única, enfría mi mente todo lo que pude y respondí frente a todos 'sí, me acuerdo de las burlas y ninguneos'.
Se urgió, se le veía en la cara y cuando comenzó a intentar dar explicaciones le di la espalda y le dije que me siguiera, así, sin nada más.
Le di la explicación de qué se iba a realizar, paso a paso y punto por punto, pregunté si tenía alguna pregunta, alguna duda, expliqué los tiempos para cada cosa, me quiso pedir disculpas y lo paré en seco instándolo a preocuparse solo de su prueba porque el pasado no lo va a cambiar y yo no perdono a nadie (eso se lo dije solo para ponerlo nervioso).
Y luego vino la guerra psicológica, me senté en silencio viendo a medias el celular y a medias a el, solo en la misma sala, pensando muchas cosas pero quería hacerle lo mismo que me hizo, lo reconozco. Así que, por WhatsApp le pedí a un amigo del trabajo (sí tengo) que venga y nos pusimos a conversar afuera de la sala, donde dije varias cosas contra este tipo, nos reímos en voz alta y el calladito adentro no más. En una lo vi sacando el celular y frente a mi amigo le advertí que una más y queda reprobado. Me miró feo pero se las tuvo que masticar callado.
Terminó su prueba, pasamos al práctico, tiene experiencia así que le iba a ir bien, y en ese aspecto lo dejé tranquilo, le di los mismos ejercicios que a todos los demás y de repente se me enojó de la nada y me dice que para qué va a seguir si lo voy a reprobar igual.
Llamé a mi supervisor y le pedí que el le tome los ejercicios porque esta persona era demasiado insolente conmigo y aparentemente tenía algún problema con mi persona, así que mi supervisor le preguntó qué ejercicios se estaban haciendo, y vio que eran los mismos de todos, el tipo dijo que lo había tratado mal por lo del celular y mi supervisor me preguntó por qué no lo reprobé en el momento porque el uso de celulares durante evaluaciones está estrictamente prohibido, y le dije que le había querido dar la oportunidad pero claramente fue un error por la forma en que me comenzó a tratar.
Así que bueno, el tipo quedó como weón, mi supervisor hizo los ejercicios con el, se puso más nervioso y comenzó a tener fallas y salió mal. En la teórica igual salió mal.
No me despedí porque me fui a otro lado y no lo vi más, para efectos de la empresa solo es otra persona más que falló, y para mí fue un gusto devolver parte de lo mal que la pasé.
Tal vez las cosas se den vuelta en su momento, pero estoy preparado y preparándome cada día más, y fue un gusto recordar todo esto.
