Más que confesión es un descargo!
¡YA BASTA DE ACEPTAR QUE LOS MÉDICOS LLEGUEN TARDE!
Que los doctores siempre lleguen tarde no es solo un problemita de 'agenda apretada'; es una movida de poder que ya se volvió normal. Cuando nos tienen esperando horas y horas sin dar una explicación, lo que hacen es reafirmar que ellos están en la cima, en un lugar de privilegio casi divino. Esta costumbre, que a veces es hasta sin querer, nos manda el mensaje de que nuestra vida y nuestro tiempo valen menos.
Ojo, no se trata de ignorar lo saturado que está el sistema o las emergencias de verdad. Lo que hay que cuestionar es esa cultura de endiosamiento médico que usa la 'vocación' o el 'prestigio' como excusa para tratarnos mal.
En una relación donde se supone que nos van a cuidar, la ética exige que el respeto sea mutuo. No hay excusa que valga para la falta de consideración o el abuso de poder. Es hora de decir ¡NO MÁS! a aceptar la tardanza, la soberbia y la distancia como parte del 'show médico'. La salud necesita humanidad, no aires de superioridad.