Lo importante.
No te fuiste por el sueldo. Te fuiste por cómo te hicieron sentir
La mayoría de las personas no renuncian por el salario.
Renuncian por el ambiente.
Por ese clima en el que todo parece 'normal' desde afuera...
Pero por dentro, todo pesa
Y lo más peligroso de un ambiente tóxico no es que exista.
Es que te acostumbres a él.
Cuando el trabajo en equipo desaparece y lo reemplaza la competencia silenciosa.
Cuando hablar con claridad se cambia por chismes y rumores.
Cuando las reglas se escriben, pero no se respetan
Cuando nadie te dice para dónde va la empresa, pero te exigen resultados.
Y cuando otros se llevan el crédito por tu esfuerzo..
Tú aprendes a callar.
Todo eso va drenando algo más que tu motivación
Va drenando tu autoestima. Tu confianza. Tu salud mental
Un entorno tóxico no se aguanta
Se detecta, se enfrenta.. o se abandona
Y si tú estás liderando un equipo o gestionando talento humano:
Pregúntate si tu empresa es un lugar donde la gente crece, y se les brindas oportunidades de desarrollo...
O donde la gente se desgasta en silencio.
Porque puedes invertir miles en reclutamiento, formación o beneficios.
Pero si no limpias la cultura, estarás sembrando sobre tierra contaminada,
Si reconoces más de tres señales, ... no es casualidad. Es advertencia
El talento no se pierde por falta de oportunidades... se pierde por exceso de toxicidad
