Que no me toque...
Trabajo de conserje en un edificio en Providencia. Vivo en Puente Alto, así que todos los días me muevo dos horas en metro y micro. Cuando me toca turno de tarde, salgo pasadas las 11 de la noche.
A esa hora ya he visto de todo. En el paradero de avenida la Florida dos veces me tocó ver asaltos en vivo. Una vez a una señora que parece volvía del hospital, otra vez a un joven que solo esperaba con los audífonos puestos. Los asaltantes ni corrieron, se fueron caminando no más.
Yo miro harto alrededor cuando me bajo de la micro. Trato de no usar el celular, pero igual me preocupo... Camino rápido. A veces pienso que tarde o temprano me va a tocar a mí.
En la conserjeria de Providencia los vecinos llegan en autos, estacionan, me saludan con bolsas del Jumbo. Yo los recibo con buena cara. Pero cuando vuelvo a casa, me acuerdo de los dos que vi en el suelo y espero no ser el próximo...
