No siempre se sabe

En 2022 trabajé en una bodega repartiendo insumos médicos. Era todo muy controlado: planillas, códigos, fechas de vencimiento. Un día llegó un pedido urgente de un hospital y al armarlo sobraban siempre dos cajas chicas que nadie sabía de dónde salían.

Se las mostré al jefe y me dijo que las dejara nomás, que después las 'ubicaba'. A la semana me tocó despachar un lote similar y ahí vi que esas cajas las guardaban aparte para donarlas a una posta rural que no tenía stock. No lo publicaban en redes ni lo mencionaban, simplemente lo hacían. Me demostró que a veces, en medio de tanta regla, todavía queda gente que hace las cosas de corazón.