Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

Las vueltas de la vida

Cuando lo conocí, él era mi jefe. Impecable, seguro de sí mismo, con trajes carísimos y una voz que hacía temblar a cualquiera en la oficina. Yo, la secretaria recién contratada, con una sonrisa nerviosa y zapatos de segunda mano. Nunca imaginé que un día terminaríamos viviendo juntos... y mucho menos así.

Al principio, todo era como de película. Él me enseñaba el mundo elegante y yo le hablaba del mío, más simple, más real. Pasaron los años y las cosas cambiaron. La empresa quebró, él no logró reinventarse. Yo sí.

Empecé en ventas, de a poco, hasta que me fue bien. Muy bien. Hoy, yo traigo el dinero a la casa, él trabaja en lo que puede, por el mínimo, pero se niega a reconocerlo. A veces siento que le duele más perder el poder que la plata. Sigue queriendo relojes caros, vinos importados, y no entiende que a veces no alcanza.

Yo, en cambio, sigo siendo la misma. Compro lo justo, saludo a todos por igual, y no me olvido de dónde vengo. Me toca mantenerlo, sí. Porque lo quiero, todavía. Pero no miento: a veces su altanería me agota.

Las vueltas de la vida son así. Antes me decía “tú sin mí no eres nada”. Ahora soy yo la que paga la cuenta... y él, el que pide fiado.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.