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No era para mi...

Hola. No sé si a alguien más le pasa, pero últimamente vivo medio perseguido con el tema de la delincuencia. Leo una noticia y ya me imagino que me va a pasar a mí. Mi mejor amigo, el Seba, se dio cuenta y para mi cumpleaños me regaló la hueá más rara del mundo: un curso en un club de tiro.

'Así te sentí más seguro, compadre', me dijo. 'Después te sacai los papeles y te comprai tu pistola'.

Fui el sábado, con más susto que la chucha. Yo me imaginaba un lugar lleno de locos tipo duro. Pero el instructor era un caballero súper piola que habló de seguridad por media hora.

Cuando me pasaron la pistola, me tiritaban las manos. El primer disparo sonó más fuerte que la cresta y creo que casi le pego a una nube. La firme es que de diez tiros, con suerte uno llegó al borde del papel.

Ahí caché todo. Para defender mi casa, primero tendría que no dispararme en un pie, y segundo, no terminar baleando el refri o al gato del vecino. Salí de ahí más asustado que antes... y seguro no voy a volver a las clases que me quedan...

Llamé al Seba. Le di las gracias por la experiencia y le dije que mi próxima compra no sería una pistola, sino una mejor cerradura para la puerta. Creo que es más seguro para todos.



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