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Despidiendo al mejor amigo...

Estuve un año haciendo Home Office, coincidió con que nuestro perro, de 12 años fue diagnósticado de una enfermedad degenerativa. Hicimos todos los tratamientos disponibles en parte gracias a que el Home Office me permitia flexibilidad horaria, vimos diversos especialistas y tomó remedios pero sabíamos que tarde o temprano nuestro campeón se tendría que ir...

Digo 'nuestro perro' porque fue el compañero diario de todos en casa, confidente, amigo. Con cada integrante el cumplía un rol hermoso en el hogar. Los niños, crecieron con él ya que llegó de 2 meses ( el mayor de 12, misma edad ).

Es difícil de explicar, quizás más de alguno me logre entender ya que me siento un poco perdido.

Este verano su enfermedad alcanzó un punto en el que mi compañero ya empezaría a sufrir, todos los meses anteriores (un año) los que sufríamos éramos nosotros al ver como su llama se apagaba, pero siempre nos decían que el no era conciente de eso. Estuvimos muy acompañados por el equipo veterinario así es que cuando decidimos que era su momento de dejarlo ir fue doloroso, pero a la vez una decision muy conciente, desde el amor.

Su despedida nos ha marcado como familia y siento que nos ha unido mucho más, sin embargo, a pesar de que han pasado 6 meses siento que no logro superarlo.

Tengo mucho trabajo, volví a la presencialidad, pero cada momento de descanso lo pienso, lo lloro, lo extraño, lo extrañamos. La casa se siente vacía y extrañamente los niños son quienes mejor lo han sobrellevado (comúnmente se piensa que son quienes más sufren).
Yo estoy mal, me siento roto, es como si una parte de mi se hubiera ido con el.

En mi trabajo nadie sabe de esto porque siento que si lo cuento aparecerán los comentarios del tipo 'es un perro no mas', 'la vida sigue', 'hay cosas peores' y pucha, demás que si...

Espero que donde sea que estés compadre, algún día nos volvamos a encontrar.



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