Aumentando las clases
Hola, aquí va mi desahogo, al fin estamos de vacaciones, ya que mi carga laboral ha sido excesiva. Soy educadora de párvulos, trabajo sin apoyo, porque mi jefe dice que al tener pocos alumnos, no necesito, el año pasado tenía la misma cantidad, y tenía apoyo, ahora no me da tiempo para nada en el día, ya que hasta mi hora de almuerzo es con los niños.
Además hay un día donde los niños tienen educación física con otro profesor y me asignaron hacer clases a un curso mucho mayor, lo cual no tiene nada que ver con lo que yo hago, ya que mi enfoque es en preescolar, sumado a lo falta de respeto que son los alumnos más grandes.
Pasaron los meses y al director le gustó tanto mi desempeño con los cursos mayores, que arregló el horario para que los niños de mi nivel tengan educación física dos veces a la semana, y obviamente en ese horario le hago clases a otro curso también mayor, así que además de planificar, preparar material, rellenar libros, debo hacer lo mismo con dos cursos más que no me corresponde.
Estaba colapsada y con mucha ansiedad, además enfermándome por no poder ir al baño hasta que los niños se van, y de repente el director fue a ver mis clases, y me dijo que enseñaba tan bien que los niños deben aprender a leer a fin de año, algo que no está estipulado en las bases curriculares, solo que desarrollen habilidades previas para la lectoescritura, así que además de toda la carga laboral que tengo, de preparar todo para los cursos, material didáctico para los más pequeños, guías para los más pequeños, para los más grandes, rellenar tres libros, realizar planificaciones, debo enfocarme en que estos niños lean, y al finalizar la última semana de clases, el director me comentó que adecuaría el segundo semestre para que los niños tengan otra hora de educación física y yo haga un taller con varios cursos para que hagan yoga, si yo, educadora de párvulos además de todo lo que hago, debo hacer clases de yoga a varios cursos, mientras los otros colegas quedarán libres. Siento que está abusando de mi, me encanta mi trabajo, y tengo un sueldo muy bueno, lamentablemente es difícil renunciar porque está complicado encontrar trabajo como educadora, muchas de mis compañeras de universidad están trabajando en cosas que no tienen que ver con la carrera, y aunque sé que en algún momento puede pasar que uno se tenga que reinventar, no me imagino trabajando en otra cosa que no sea esto, porque realmente los niños me llenan el alma y pese a todo mi estrés, ansiedad y sobrecarga, ellos me motivan a seguir.