Sin despedidas
Una conocida del barrio donde vivo, tenía tres hijos, una niña de 15 años con autismo, discapacidad y otras patologías que dependía de su madre casi en su totalidad. Nos conocíamos desde jóvenes, compartimos un par de veces antes, conversaciones, carretes, juntas con nuestros niños cuando eran pequeños, etc. Cuando volvimos a vernos de adultas también tuvimos buenas conversaciones, la noté distinta, antes era muy alegre y bonita, después estaba apagada y nerviosa.
Tengo pena, estoy en stock, ella vivia a metros de mi casa y yo sabía que vivía momentos difíciles, pero no me imaginé que tanto. No éramos amigas, pero me duele. También tengo una hija que padece una discapacidad severa y es muy dependiente, no me imagino dejarla sola, sé que si le falto solo sufriría aún más y nadie la va cuidar y amar como yo.
Que será ahora de esa niña sin su mamá. Todo ocurrió de una forma horrible y lo más cruel de todo es que mamá le dijo que se iba a dormir una siesta, la pequeña sintió que su mamá se demoraba mucho, fue a buscarla y la encontró.
Terrible verdad?
No puedo dejar de pensar en sus hij@s, su marido, su madre y ella misma que era joven y si nadie la vio tan mal? , nadie se dio cuenta? tan invisible somos?. Las madres cuidadoras somos muy solas, cargamos nuestra pena y no tenemos mucha vida social ya que nuestro tiempo lo dedicamos a cuidar y también a la familia. No la juzgo, pero siento y espero en Dios y nunca me pase algo tan terrible como tocar fondo y que me haga perder mis fuerzas y rendirme. Ella tenía depresión hace muchos años, creo o que simplemente lamentablemente no pudo más.
Siento haber escrito tanto. Me siento mal, cuando la noté mal le pregunté y me dijo que era porque estaba preocupada de su hijita.
Lo lamento tanto.