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Sin ganas de cambiar.

Encontré al amor de mi vida a los 44 años, ella es joven (30) bella, rubia de ojos azules, sexy, curvilínea, dulce, fiel, simpática, divertida, aventurera y me deja salir a carretear tranquilo con mis amigos sin pintarme el mono. Lo que siempre soñé.

Yo por mi parte soy chico, medio feo a decir verdad, no soy atlético, ni flaco, ni estilizado, más bien tengo contextura de tapón o corcho y nariz de turco sin serlo, como contraparte soy muy simpático y divertido, el alma de la fiesta, tengo muchos amigos, soy trabajador, cariñoso, fiel, romántico, medio mal genio pero se me pasa rápido.

Cuál es el problema? Mi pareja es más floja que la mandíbula de arriba, trabaja con suerte 2 días a la semana, como no tiene hijos no tiene presión alguna, es hija única de un matrimonio bien cuico que le cumplen los caprichos y le cubren todas las necesidades, en el hogar la cosa no es muy diferente, no cocina absolutamente nada, ni un huevo frito, lo que no es problema porque yo soy chef, pero a la larga termina cansando cocinar todo siempre, uno pensaría que con el aseo la cosa podría ser diferente, pero con suerte hace la cama y lava la ropa, bueno, la ropa la lava la lavadora jajaja, nosotros no convivimos, pero ella se viene varios días a mi casa y en esos momentos es donde realmente precibo su flojera.

He conversado con ella y veo que no tiene mucha intención de cambiar, me dice que si, sonríe, se hace la loca, me coquetea un rato y me da vuelta como quiere, al final si estoy muy cansado del trabajo termino pidiendo un delivery porque sé que no puedo contar con ella para eso, mejor le pido un masaje de espalda y me ahorro malos ratos.

En lo económico esto no nos afecta mucho porque yo gano decentemente y a ella le alcanza para pagarse sus cosas, de hecho ahorró durante años para postular a una casa y finalmente lo logró, sin embargo no veo en ella ese deseo por luchar para tener una buena vida, quizá sea porque a ella nunca le ha faltado nada y vive en un mundo de bilz y pap, en un sector del barrio alto, mientras yo vivo una vida mucho más esforzada y sacrificada, en la cual las cosas me cuestan mucho más.

Que debería hacer? Quizá a la larga esto pueda afectarnos y causarnos problemas, pero a la vez sé que es muy, muy difícil que encuentre una mujer como ella, así de linda, fina, educada, tierna, relajada y buena onda, de hecho, aún no sé cómo cresta se fijó en mi. Sé que la amo con locura, pero tampoco me veo trabajando como un burro para llegar a la casa a seguir haciendo todo lo que conlleva mantener un hogar. Qué me aconsejan?



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