La vida es un misterio, y yo soy la reina de los misterios.
Tengo 29 años, soy medio flaite, y estoy enamorada de mi jefe. Sí, ya sé, es un cliché, pero no puedo evitarlo. El tipo es un dios, y yo soy solo una pobre mortal que se muere de amor por él.
Pero, claro, él no me pelota. Ni siquiera me mira. Me trata como si fuera invisible. Y yo, como una tonta, me sigo enamorando más y más de él.
Mi vida es un desastre. Me paso los días contándole cuentos a mis amigas sobre cómo voy a conquistar a mi jefe, y ellas se ríen de mí. Me dicen que soy graciosa, pero que no soy muy bonita. Y yo les digo que no importa, que la personalidad es lo que cuenta.
Pero, entre tú y yo, a veces me siento un poco insegura. Me preocupa que mi jefe no me vea como una opción. Me preocupa que piense que soy solo una empleada más.
Y para empeorar las cosas, soy alérgica al gluten. Así que me tiro peos con frecuencia. Es vergonzoso, pero no tengo opción. Me encanta el pan, y no puedo dejar de comerlo.
A veces me siento como si estuviera viviendo en una comedia. Me río de mí misma, y me digo que soy una tonta por enamorarme de alguien que no me quiere. Pero no puedo evitarlo. Me siento viva cuando estoy cerca de él, y eso es algo que no puedo ignorar.
Así que seguiré soñando con él, y seguiré contándole cuentos a mis amigas sobre cómo voy a conquistar su corazón. Y quién sabe, tal vez algún día me daré cuenta de que he estado viviendo en una fantasía, y que mi jefe no es el príncipe azul que creí que era"