El cambio
Hace 13 años que trabajo en una oficina pequeña, pero que maneja grandes capitales de privados, principalmente metales preciosos. Allí conocí a una colega que se convirtió en mi 'madrina' en el trabajo. Me enseñó muchas cosas, me ayudó a organizarme (yo era un desastre, dejaba papeles por todos lados) y me brindó su apoyo en momentos difíciles.
Ella es mayor que yo, tiene 51 años, y siempre la admiré por su lucidez y inteligencia. Sin embargo, hace unos meses noté un cambio en su comportamiento. Se ponía nerviosa y frustrada por cosas sin importancia, y su personalidad cambió drásticamente. Un día estaba bien, y al otro se ponía a llorar sin motivo. Le preguntabas cómo estaba, y no recordaba que se había enojado con todos ni que había hecho comentarios inapropiados en el trabajo.
Esta semana llegó al trabajo con un documento que la dejó conmocionada: va a iniciar trámites de pensión anticipada. Tiene Alzheimer. A los 51 años. Ahora entiendo por qué su comportamiento cambió tanto. Me duele ver a una persona tan lúcida e inteligente convertirse en alguien dependiente y vulnerable en cuestión de meses.
Lo peor es que ella no tiene una red de apoyo: es soltera, sin hijos, sin padres, sin hermanos. Me da mucha pena pensar que ella estará sola en este proceso.
Esta experiencia me ha enseñado a ser más comprensivo con mis colegas. No todo es cuestión de 'mañas' o 'alaraqueos'. A veces, las personas están enfermas y necesitan ayuda. Me he dado cuenta de que debemos ser más empáticos y apoyarnos mutuamente en momentos difíciles.
