Sintiendo felicidad...
Siempre pensé que la peor tragedia que podía pasarme era la separación. Me aterraba la idea de ser una mujer 'abandonada'. Si bien, reconozco que la separación fue dura y el sentimiento de fracaso fue terrible en su momento, fue lo correcto.
Nunca pensé que podía disfrutar tanto el fin de semana y los días de semana que los niños se van con el papá. Yo solía no tener ningún descanso entre mi trabajo, el ser madre y las labores del hogar, sin embargo, ahora sí lo tengo.
El que no se siente de la misma forma es mi ex. Anda estresado, le duele la cabeza, el cuerpo y continuamente se quiere morir. Bueno, el otro día hablamos (nuestra relación es bastante civilizada) y me dijo algo que me dio mucha paz.
Me dijo que me pedía disculpas, que él sabía que nuestra relación no tenía vuelta atrás, que lo aceptaba, pero que él entendía mi cansancio y el que yo le hubiera puesto la 'PLR', que me delegaba el 100% de la responsabilidad del hogar y él se hacía el que no sabía nada de las cosas domésticas, que él debió valorar que yo, además de hacer las cosas de la casa, también aportaba a la economía del hogar y que me agradecía que no sea 'fregada' ni con las visitas ni tampoco ande en la onda de pedir económicamente más allá de lo que corresponde (él no es amarrete en todo caso y, como yo pongo mi mitad, no sale tan pesado lo de los niños).
Igual, es bonito que, aunque sea un ex, le reconozca a uno que se portó bien y deja calma y paz en el corazón. Saludos.
