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La desilusión

Casi siempre las historias de desilusión terminan con un corazón roto o amores inconclusos. A mí me pasó algo totalmente distinto.

Hace unos meses llegó a trabajar una mina nueva. Creo que, sin exagerar, es de las mujeres más guapas que he visto en persona. Además, simpática, con carácter firme y, para colmo, vocalista en su propia banda de música. Inteligente, todo eso, pero como siempre, este bombón estaba comprometida y hablaba mucho de su pololo. Creo que ya se iban a casar o algo así.

A pesar de eso, no faltaban en la oficina los interesados, revoloteándole todo el día. De verdad, la chiquilla es llamativa. Yo la veía y pensaba en lo que podría haber pasado si no estuviera comprometida.

Pasaron unas semanas y llegó muy demacrada, la vimos conversando con otras chicas y, obviamente, el rumor corrió rápido. El pololo la había engañado y terminaron. Pero yo pensaba: ¿cómo tendría que haber sido la otra mina para que alguien siquiera pensara en engañar a tremenda mujer?

Obviamente, los buitres empezaron a atacar, la mayoría sin mucho tacto. Yo esperé mi turno y al final de la tarde le dije: 'Se nota que estás muy cansada, ¿vamos por un trago?' Y funcionó. ¡Listo! Gané (pensé ingenuamente).

Salimos y comenzamos a hablar de la vida, de la pega, etc. Lo típico. Y ahí empezó mi decepción. No sé qué pasó, la tipa es casi perfecta, pero no conectamos, no me gustaba, era como estar con una pariente aburrida. No podía entender qué pasaba, nada era como lo había imaginado, hasta creo que entendí por qué el pololo la había gorriado. En fin, me fue muy fácil ser un completo caballero y creo que le sirvió mucho a ella.

La señorita se tomó unos días libres (muy buena onda los jefes, porque aún no le correspondían vacaciones) y llegó contando que ya había cerrado el capítulo con su ex y estaba empezando otra relación.

Por un lado, mi decepción, pero por otro, qué bueno que tuve la oportunidad de intentarlo y que fuera a mí a quien no le gustó el 'producto'. Perdón por decirlo así, pero no soy muy bueno para las metáforas.



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