No tratan igual a los hijos que a los nietos.
A ver, les cuento: mi mamá es como la mamá de Malcolm, pero sin el genio de Malcolm en la familia. Todos los hermanos somos una colección de idiotas promedio, aunque con cierto orgullo, claro. El caso es que mi mamá se tomó en serio la misión de hacernos adultos responsables... a base de gritos, claro está. No les miento si les digo que me quedó un trauma en el tímpano, y probablemente una deuda también.
Porque sí, mi mamá lleva la contabilidad de todos los centavos que invirtió en mí desde el primer pañal, y está esperando que algún día saque la billetera y salde cuentas. Aunque bueno, la verdad es que eso nunca va a pasar.
¿A ustedes también les pasó? ¿Tienen padres que ven que te compraste el primer auto y ya te andan preguntando si les vas a devolver “todo lo que gastaron en tu crianza”?
Ahora, eso sí, tengo que reconocerle algo a la señora: como abuela es un fenómeno. Mis hijos y mis sobrinos la aman. Con ellos no hay gritos, ni castigos, ni nada de esas “estrategias educativas” que nosotros con nosotros. Con los nietos es puro amor, dulces y abrazos.
Así que, ¿qué les puedo decir? Mi mamá hizo lo que pudo… aunque no le puedo negar que le salió muy bien el papel de “cobradora oficial”.
