Pucha que es díficil trabajar en el servicio público!
Trabajo en un centro de salud público hace ya varios años, y si bien siempre sentí que era mi vocación, muchas veces me han dado ganas de salir corriendo.
Para empezar, muchos compañeros de trabajo son como la callampa, deberían ser empáticos ya que trabajan con gente, pero la mayoría son conflictivos, cahuineros, flojos, y pobre del compañero que se equivoca, porque lo descueran hasta decir basta. Hay cero compañerismo, cero trabajo en equipo, y cero respeto por el trabajo que hace el otro, así que opte por hacer mi trabajo en involucrarme con los mínimos.
Y si bien, me encanta ayudar a los pacientes, y la mayoría son personas muy agradecidas, hay algunos que reclaman por absolutamente todo, porque si y porque no, si supieran que muchas veces corremos y parecemos pulpo por tratar de ayudar en lo que podamos, la gente igual reclama, que te caga la onda y me deprimo, pienso en que más pude haber ayudado, pero después pienso que son tantas las responsabilidades y tareas que tengo, que me digo que no soy dios para cubrir todo y estar siempre ahí.
Me gustaría poder ser más fuerte y que no me afecte tanto estas cosas, pero igual me bajoneo...no sé qué más se puede hacer, si ni los jefes valoran el trabajo que se hace.
