Las batallas silenciosas de una mujer
Escribo desde un centro médico. Estoy sentada esperando que le hagan unos exámenes a mi madre. Soy hija única de 41 años y hace un mes mi vida llego a un punto en que jamás pensé llegaría.
Mi madre sufrió un infarto cerebral que la dejó prácticamente con la mentalidad de una niña. Tengo que cuidarla, bañarla, vestirla... no la puedo dejar sola. "Afortunadamente", entre comillas, trabajo desde casa ya que no tengo redes de apoyo. Solo mi pareja, que trabaja todo el día, y no tenemos hijos, ya que he tenido varias pérdidas muy dolorosas.
Hasta acá, toda la gente dice: "Oh, qué buena hija por cómo trata y cuida a su mamita". Si supieran que esta mujer me ha arruinado la vida por completo...
Para tratar de no hacerla tan larga, resumiré mi historia lo más que pueda.
Mi madre se casó embarazada de mí para "guardar las apariencias" y fue su peor error. Desde que tengo razón, vi y sufrí violencia intrafamiliar, hasta que la señora se separó. Éramos tres: mi madre, yo y mi abuelita, la mamá de mi mamá, que es la persona que más amo y la que me ha salvado en todas sus formas hasta el día de hoy, a sus casi 90 años. Ella me cuidaba mientras mi madre trabajaba, hasta que, cuando yo tenía 6 años, conoció a un engendro que se transformó en su "pololo" y luego en su conviviente. Nos fuimos a vivir todos juntos, con mi abuelita incluida. Yo, contenta porque iba a tener una especie de familia y una especie de "papá"; de hecho, mi madre me obligó a decirle así, ya que, según ella, él me daba de comer y cumplía con lo que mi padre nunca hizo (mi verdadero padre abortó en vida y hasta el día de hoy no sé nada de él)... seguro, como si hubiese sido mi culpa.
Conforme fui creciendo, este tipo comenzó a ser más "cariñoso" de lo normal conmigo. Mi madre trabajaba por turnos y cuando le tocaba de noche, este asqueroso le decía que por qué no me dejaba durmiendo con él para "cuidarme". Yo no quería, tenía mi pieza y no me daba cuenta del peligro que corría. Mi madre me obligaba, siempre con el mismo discurso de que le debíamos todo, ja, cuando después caché que el loco, aparte de ser un abusador, le pedía toda la plata a mi mamá... yo iba al colegio sucia, desatendida (mi wely se fue de la casa al ver todo lo que estaba pasando, ya que mi madre prácticamente la echó después de todo lo que había hecho, especialmente por mí) y mi pesadilla fue cada día peor. Este tipo abusó de mí desde que yo tenía 9 años hasta más o menos los 17, cuando salí del colegio porque mi madre enfermó gravemente de cáncer y eso arruinó mis planes de confesarlo todo cuando terminara el colegio y largarme. Este hombre enfermó gravemente, también tenía que cuidarlos a los dos, qué ironía, ¿no? Y cuando ambos mejoraron pude entrar a estudiar una carrera en la universidad, como siempre fue mi sueño, obviamente con beca y la ayuda de la única persona que siempre estuvo ahí para mí: mi abuelita. Todo esto ante la negativa de mi madre, quien, a pesar de yo ser siempre la mejor alumna de mi clase, no me dejó estudiar en el colegio donde quería, ya que su amorcito le dijo que me metiera en un técnico para salir del colegio, trabajar y producir plata, por supuesto. Muy a pesar de ellos, estudié y me gradué.
No pude estudiar lo que realmente quería, ya que la beca que me dieron era para ciertas carreras, y la señora (mi madre) me dijo que si no aceptaba eso tendría que trabajar y darles a ellos. Por supuesto que nunca dije nada. Aún la amaba como mi madre que era y le agradecía a Dios el que estuviera viva después de su cáncer.
Para qué decir del resto. Nunca pololeé, no me dejó hacerlo; más encima, tenía un problema de peso importante que, por supuesto, nunca me trató (para mí nunca había plata, pero para él, hasta para espuma de afeitar). nací con una malformación que me pude operar, trabajando y juntando plata, al igual que el gimnasio y los dientes. Ella odiaba que yo invirtiera en mí, que yo "botaba la plata que se la podría dar a ella para cuidar a mi 'papá'". El sujeto falleció en el 2010 y para mí fue una liberación, fui feliz. Después de casi un año, en una discusión le conté toda la verdad (a pesar de que había decidido no hacerlo nunca, pero me sacó de mis casillas). Se quedó callada, como pensando, y me dijo que por qué no había dicho en el momento... seguramente que me había gustado "el aparato" del tipo, refiriéndose a su órgano reproductor, y que me había quedado calladita. Tenía 11 años... once malditos años.
Cuando conocí a quien es hoy mi pareja, casi a los 29 años, me trató de lo peor, de prostituta, de que andaba "webiando" con el hombre en moteles y cosas así. Escándalos en la calle, en nuestra casa, en la casa de mi pareja frente a toda su familia. Mi sueldo no era tan alto para arrendar en otro lado y dejarla tirada, porque me decía "todos saben cómo eres tú conmigo". Si supieran quién era la mala en la historia. Cuando me pude comprar mi casa y se dio cuenta de que no la iba a llevar conmigo, sino a mi pareja (que me ayudó con harta plata para poder tener un lugar para los dos), lo vio como la peor de las traiciones. Le dejé la casa toda equipada, ropa, de todo (plata no, porque hasta la plata de las cuentas se la gastaba en las máquinas de juegos). Me hizo muchas... sería un testamento más largo que este que estoy escribiendo lo que podría contar. Abuso psicológico, calumnias (le dijo al dueño de la casa donde arrendábamos que yo la había golpeado, se tiró al suelo cuando él iba entrando), me ha robado (a mí y a mi abuelita) y ahora, toda enferma, luce como una pobre abuelita de 70 años con su carita angelical.
Estoy intentando ser madre con un montón de exámenes dolorosos, tanto física como psicológicamente, y sus amigas me cuestionan porque la semana pasada fui a mi médico y no la llevé a hacerse los exámenes a ella primero. Pobrecita la señora sufrida. Ella, al día siguiente de que el año pasado me dieron de alta por un aborto que sufrí, se fue a su club de madres en vez de estar conmigo... dejándome sola. Mi abuelita no sabe nada del abuso que sufrí, ni de mi aborto. El dolor la mataría y prefiero callar. Mi pareja tampoco sabe del abuso. Es increíble cómo una es la que siente vergüenza y se siente sucia, y te jode la vida. Ahora tengo que tener a mi madre día a día en mi casa, quitándome la paz que había logrado con mi pareja, pidiendo favores para poder salir a hacer algún trámite. Por mi bienestar y mis tratamientos, voy a hacerle todos los exámenes y cuando vea su real estado, la voy a meter en un hogar de ancianos. Ya no puedo dejar de vivir mi vida por ella. Le tuve que cambiar hasta los pañales a mi propio abusador por amor a ella, y ella no supo dimensionar mi daño. Todo esto lo digo para que las personas que dicen que "hay que perdonar" pues no, hay cosas que no tienen perdón de Dios. Por eso los asilos están llenos de abuelitos solos, porque hijos muy malos los van a dejar ahí... pregunten por qué será.
Gracias a los que llegaron hasta el final de mi relato, pero en serio, antes de emitir un juicio, averigüen bien el por qué de las situaciones. Nunca saben las monstruosidades que pueden haber detrás de una cara o fachada de señora o señor "decentes".
