No lo quieras cambiar.
Para la amiga que critica a su pololo que a los 36 años ve animé, le digo, DÉJALO, y esto se puede leer en dos modos:
La primera opción es: Déjalo ver animé, si sabes que es fanático hazle regalos de animé, muñecos, peluches, entradas al cine, sabes que tiene su predilección y puedes regalonearlo por ese lado.
La segunda opción es: Déjalo, búscate otro que no vea animé, que haga cosas de hombres adultos como ver futbol, o peliculas de acción o algo más acorde a tus deseos.
Quizás puedo sonar cruel, pero que la persona a la que amas te critique los gustos es desesperanzador. Estuve casado con alguien que se burlaba de mi gusto por el animé, las películas de fantasía o los libros que leía, por los soundtracks, por las series o por mis dibujos. Con el tiempo dejé de ver, de escuchar, de conversar de mis gustos, los regalos que recibía solo eran al gusto de ella y me recalcaba que debía vestirme como un adulto, nunca se preocupó por mis intereses, no se quedó tranquila hasta que regalé todos mis DVDs, todos los CDs que junté durante años. Envidiaba ver a los hombres con poleras de Dragon Ball o FMA, al final todo esto solo fue un punto más que llevó a separarme.
Por eso amiga, si al final del día no te hace mal, déjalo ver animé, quizás no aporte nada a la historia, pero si le aporta felicidad por los 20 minutos que dura el capítulo.
O déjalo y búscate otro que no te de este gran dolor de cabeza.
