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Aun sigo cantando...

Hay algo que nunca he dejado de hacer: perseguir mis sueños. Yo siempre los he tenido ahí, como una musiquita que no para, que no puedo dejar de escuchar. Es curioso, porque cuando era chico, soñaba con ser astronauta, superhéroe, ya saben, esas cosas que uno imagina cuando todo parece posible.

Pero, eh, crecí, claro. Y muchos de ustedes saben cómo es eso, porque muchos acabaron siendo ingenieros, ...no? Sí, es impresionante cómo todos nos fuimos por ese camino de los números, las ecuaciones y las estructuras. Yo también estuve por ahí, pero en mi corazón, seguía cantando. Quiero decir, soñando, con cosas que tal vez eran una locura.

Siempre me decías, 'con eso no vas a llegar a ningún lado'. Pero, ...qué podía hacer? No elegimos las canciones que nos gustan, solo nos gustan y ya. Y con los sueños pasa igual. Los míos eran como esa melodía pegajosa que te despierta en mitad de la noche y no te deja dormir.

Entonces, mientras todos estudiaban y se ponían serios con los proyectos y los trabajos, yo... yo seguía con mi melodía en la cabeza. No era fácil, porque claro, la vida te pide responsabilidades, cuentas que pagar y todo eso.

Una vez, incluso, estuve a punto de abandonar ese sueño, de dejar de 'cantar'. Pero no sé, era como si algo me tirara desde adentro y me decía, 'vamos!, un intento más, no dejes de hacer lo que amas'. Y yo seguía, a veces cantando en voz baja, pero siempre cantando.

La cosa es que un día, sin pensarlo mucho, me tiré a la piscina, me fui detrás de esa melodía que no paraba de sonar en mi corazón. Y aquí estoy ahora, no soy un superhéroe ni un astronauta. Pero sigo persiguiendo eso que me hace feliz, esa melodía que me mantiene vivo.

Y bueno, les digo a todos, especialmente mis compañeros ingenieros, que sabemos de todo tan bien: no olviden esa canción que les gusta, no dejen de soñar. Porque aunque la vida nos lleve por senderos serios y estructurados, los sueños... los sueños son como las canciones que no podemos dejar de cantar. Y eso, eso es lo que nos mantiene vivos!

Así que sigan adelante, no importa si el sueño parece pequeñito o gigante, síganlo. Porque créanme, al final del día, lo que nos va a hacer sonreír, lo que vamos a recordar, son esas melodías, esos sueños que no dejamos de perseguir...



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