Rodeandose de cariño
A la amiga de la confesión 60643 "Hice lo que más pude".
Me sentí muy identificada contigo, pero quiero decirte que las mamás narcisistas no cambian.
Siempre tuve problemas de peso, mi mamá me hizo sentir pésimo con este tema desde mi adolescencia, se burlaba que sería como la Tronchatoro de la película Matilda cuando fuera grande, que iba a tener que poner una puerta doble ancha tirando pa chancha, que era gorda pero cuando tuviera niños adelgazaria. Todo esto en vez de llevarme al médico o hablarme con amor, mas me sentía herida y yo más comía.
Después entré a la universidad a estudiar, tuve hartos amigos, también trabajé part time y en esa época se encargó de sabotear mis cumpleaños, se enojaba y dejaba la escoba si yo no hacía lo que quería. Ahora me doy cuenta que tuvo muchas conductas pasivo agresivas pero siempre agaché el moño a sus malos tratos. Entre medio hubo episodios de violencia entre ella y mi hermano, se golpeaban, insultaban entre ambos, yo al medio, mi hermano también me golpeó, siento que se quebraron las cosas con él sin embargo mi mamá sentenció que yo era fría que no me importaba mi familia y ella terminaba defendiendo a mi hermano. Yo hecha bolsa sin saber que hacer, aguanté toda la carrera en la casa para terminar mis estudios.
Me titulé y apenas pude me fui a otra ciudad, me sacó en cara el abandono, conocí a mi pareja y su familia me adoptó y ella odió a él y a su familia por tenerme lejos. Le contaba con cariño cosas de la vida diaria, los conoció pero no quería nada con ellos. No la iba a obligar pero luego empezaron los ataques nuevamente, garabatos, descalificaciones, que mi pareja era un don nadie y mil cosas más con tanto odio y rencor.
Creo que es un tremendo resumen, pero hay que tener valor para dar vuelta la página. Hice terapia, corte todo contacto con ella, me duelen las fiestas, los cumpleaños. Quisiera tener el cobijo de mi núcleo familiar pero recuerdo que nunca lo tuve y me dediqué a sobrevivir.
Hoy puedo elegir como vivir y elijo vivir en paz. El costo es la pena que me da no tener familia de origen, mi psicologa me decía que si la tengo pero no es la que hubiera elegido.
Es súper importante que inicies tu recorrido para sanar tus heridas de infancia, uno no las ve pero ahí están, y también sanar nuestro niño interior. No es un camino fácil ni alegre, es como caer de hocico en tu realidad y enfrentarla, aceptarla y elegir un nuevo camino.
Espero que puedas sanar tus heridas, no permitas que tu mamá te siga dañando, ella está tan dañada que en su cabecita piensa que hace lo mejor y no hace mal a nadie.
Un abrazo y rodéate del cariño de tus cercanos.
