Oye, hazme caso!
Me levanté con tanto óptimismo y alegría, estaba contenta, hace días que no me levantaba así, me teñí de el pelo y me pinté los labios sutilmente, caminé a la pieza a qué me vieras, te pregunto, cómo quede?
No me miraste, seguiste en tu celular, molesto y enojado porque siendo las 1130 del día no te había dejado dormir...
Hoy último día del año, me ignoraste, y con tanto amor que iba a que me vieras...
Pensar que hay días que la depresión me hace ver todo oscuro y otros como hoy donde me levanto feliz, pero me recordaste que no puedo serlo.
Te lo dije llorando, tengo depresión, y aunque me digas que sigo con esa lesera y te lo repito, es así.
Son las 11.45 y ya tengo los ojo hinchados de llorar, pareciera que esto es lo que me toca vivir, me estire a la cama a llorar y ahí volviste para decirme: y todo ese show para eso? Un chiste!
Tengo rabia, angustia, pena, quisiera salir corriendo y no estar más aquí ni en ningún otro lugar, pero tengo 3 hijos hermosos con él que no tienen la culpa de la clase de papá y esposo que tengo.
Por favor si tienen traumas, dolores de infancia, trátenselos!! Porque pucha que duele aguantar a una persona que le hicieron tanto daño, se vuelven indolentes.
Y así se empieza a construir mi último día del año 2023, llorando en cama con una depresión que no quiere irse de mi vida y aguantando las sobras de un amor que parece que ya no existe...
