Kung-fu por 140 lucas
Quiero narrarles sobre mi primer trabajo después de egresar de la universidad.
Llegué a esta ciudad buscando oportunidades y mi primer empleo fue en un call center cerca de Carlos Valdovinos.
Allí me encontré ante un escenario con un grupo de gente muy heterogénea donde daba la impresión que la gran mayoría de los 'colaboradores' -me incluyo- estaban ahí porque no encontraba pega en ninguna otra cosa.
Obviamente me avergonzaba que mis compañeros sintieran compasión por alguien que tenía titulo universitario y que no trabajaba 'en lo suyo'. Sin embargo me llevaba bien con todos y el ambiente laboral era relajado.
En ese entonces pagaban 140 lucas por un turno de 6 horas diarias. Y algo asi como 180 por un turno completo de 9 hrs de lunes a sábado. Insospechadamente la gran maypría de los que entraron a trabajar conmigo 'soñaban' con ser promovidos al turno largo por 40 lucas más.
A pesar de lo expuesto, me esforcé por desempeñarme de la mejor forma posible y de pronto me comenzó a embargar una sensación de culpa al advertir que me estaba sintiendo a gusto trabajando en ese lugar, teniendo un título universitario. Al tiempo conocí a una chiquilla que me llamó la atención. Ella estaba ahí porque necesitaba plata para pagar su carrera. Estudiaba para ser ingeniera de una de estas 'ingenierías' que todos sabemos que no son tal, pero sin duda ella se la creía toda.
No era mala persona, pero estoy seguro que me veía como un perdedor. Simpático. Pero con muy poco que ofrecer, ganando 140 lucas tras 5 años de estudio no me parecía que fuese para ella un perfil muy interesante.
Lo que desconocía Maribel es que al finalizar el turno y después que todos se despedían con sonrisas lejanas, me tocaba caminar desde C. Valdovinos hasta el centro de Santiago.
También en el trayecto de la mañana. Iba y volvía a pie. Normalmente comía una vez al día. Teniendo que pagar arriendo y subsistir no se podía hacer gran cosa con 140 pavos.
Pasaron los meses. No encontraba mi oportunidad. Tampoco con Maribel, que al poco andar ya estaba emparejada con un muchacho de estos que centran su vida en la plantita que los saca un rato de su intolerable existencia.
Pasó el tiempo. Quizás mucho. Ya casi no recuerdo. Mi vida dio un vuelco Después de mucho intentarlo conseguí empleo en mi área. Atrás quedaron las mañanas de recibir puteadas de clientes molestos. De ver pasar el calendario sin fecha conocida para empezar a trabajar en 'lo mío'.
Ahora que me desempeño en mi profesión, gano X veces lo que ganaba cuando estuve en ese trabajo. La vida me volvió a sonreír. De Maribel no supe más. A veces pienso que en su ingenieril vocación tal vez algún día vuelva a aparecer y trabaje para mí.
