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La repostera sobre cargada

Tengo una pyme de repostería que cada año me perfeccionó cada vez más...

Vivo en una comuna muy pequeña donde no conocía a nadie. Con el tiempo, gané el cariño de la gente que hoy en día me hace pedidos de cóctel, etc. Aprendí observando cuando me separé del papá de mi hija mayor hace 11 años, saliendo de 4to medio y sin cartón. No estudié porque no tenía redes de apoyo, y mi familia era rancia en ese aspecto. Mi ex pareja nos golpeaba, y fue una vida muy dura durante años. Incluyendo a mi familia, siempre me decían que ser repostera es ser un don nadie, pero me aferré a que así lo podía lograr y ser conocida, ganar clientela. Tengo 32 años actualmente y una relación de 3 años, un bebé de 10 meses, mi hija mayor y una pareja menor que yo (27), y aquí es donde está mi problema. Soy organizada en temas de dinero y me gusta el orden y la limpieza, y que todo brille en casa. Él es completamente distinto, desordenado, su ropa sobre todo, la loza sucia, la montonera de ropa para lavar, etc.

Tenemos una parcela de dos hectáreas que se dividen en mitad animales (ovejas, chanchos, patos, gallinas, conejos, perros, gatos, etc.) y la otra mitad en huerta con frutas y verduras. Aquí está el problema. Debo trabajar en la pyme, ser dueña de casa, regar la huerta, darle comida a los animales, preocuparme de los niños, y él es como un hijo más. Creció con abuelos que le hacían todos los gustos, entonces no sabe organizar su dinero. Es muy trabajador, buena persona, buen papá. Cuando lo conocí, estaba endeudado hasta las patas (lo supe mucho tiempo después). Yo debo pagar planes de celular, cable, luz y agua, y comprarle ropa a mis hijos. Él solo debe comprar la mercadería. Imagínense que con 150 o 200 hay que sobrevivir el mes, del mínimo que gana se lo descuentan por cosas que trae de allá (trabaja en ferretería).

La verdad es que me estoy aburriendo un poco. Lo he conversado con él, pero su respuesta siempre es que si me voy, tengo que dejar a mi hijo más pequeño con él. Y la verdad es lo único que me mantiene unida a él. Desde que despierta hasta que se acuesta, está pegado al teléfono, no juega con mi hijo, no hacemos cosas en pareja. Antes salíamos a todos lados, ahora estoy aquí encerrada los 30 días de cada mes, ya que mis clientas retiran los pedidos. No tengo a dónde ir. Mi familia sigue siendo rancia, y los arriendos están sobre 450 mil. Como todo tiene un principio en el que siempre te conquistan y cuando ya te tienen 'amarrada' cambian todo, es como un hielo sin sentimientos. Él me alejó de mis amigos, amigas no tengo. Su familia me quiere, pero tienen la lengua larga, y no me gusta mucho cómo son.

He invertido mucho aquí en la huertita, la mitad de las cosas de la casa son mías, y no sé qué hacer. Esto me tiene apagada, lloro todos los días, pasan días sin comer, y ando estresada porque si yo no hago las cosas, nadie las hace. Y solo se acumulan el triple. De todas formas, debo hacerlas yo. Mi salud mental está por el suelo. La sobrecarga que uno lleva todos los días es horrible. Si fuéramos un equipo, sería distinto, pero casi toda la pega la debo hacer yo. Es el típico hombre que dice que una es exagerada y que estoy loca y desconfiada.



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