
Recuerdo alguna vez cuando era un cabro veinteañero y trabajaba unas cuantas semanas, terminado el semestre en la Universidad, para irme con platita a la playa o al sur, ser el típico promotor que testeaba, en ese tiempo perfumería. Todo partió cuando me llaman por mail que he quedado seleccionado y tengo que ir a una entrevista a una agencia X. En ese tiempo pololeaba con una compañera; nos conocimos en 3º medio. Estaba recién terminando el primer año de universidad, pero me veía futuro en nuestra relación, después de todo, tenía todo lo que queria estando con ella. Claro que, muchas veces, en los carretes que hacía la U, tuve la oportunidad y la tentación de haberla engañado, pero nunca lo hice. Poco a poco, me cuestionaba el hecho de pegarme un chipe libre; aunque era muy hueón en ese tiempo. Llego donde la secretaria que me recibió, me dice que espere unos 10 minutos, que ya llegara la jefa. En la espera, llega otro chico, el cual desvió de inmediato mi atención por su marcados gestos femeninos, forma de expresarse y vestirse. En eso llega el jefe. Un tipo que se veía bastante imponente de altura y que se veía que era fisico-culturista. Nos hizo pasar cada uno por separado, y al llegar mi turno, me encuentro en la oficina a la rubia más espectacular que había visto en mi vida; no sé si fue amor a primera vista, pero de que me noqueó de una con su mirada, lo hizó, y a tal punto de haber olvidado mis cosas cuando me iba. Mi jefe, me dijo que me tocaría ir al Mall Arauco. Tal vez esas fueron las únicas cosas que quedaron en mi mente de todo lo que me dijo, porque simplemente no podía parar de concentrarme en ella. A la despedida, pense que todo acabaría allí, pero ese era solo el principio del fin.
El primer día, todo anduvo bien, brasileras por aquí, argentinas por allá, suecas o tal vez chilenas que se confundían con las trenzas de oro que todas colgaban de sus cabezas, y yo. Ahí perdido en ese mundo de oro con mi tez morena, ojos cafes y pelo negro medio ondulado. Creo que fue el 4 o 5 día cuando llega este chico que les hable al principio. Nos saludamos, y no era díficil darse cuenta a la vista de todos de su condición. Pero lo extraño estaba por ocurrir, cuando llega mi jefe y le dice a mi colega de trabajo, que tiene que conversar unas cosas en tono bastante enojado. Pero la cuestión es que esta situación se repetía 1, 2, 3, 4 hasta 5 veces por semana, y cuando volvían llegaban en tono bastante amigable y entre risas.
Creo que ya estaba siendo presa del ritmo robotizado y cotidiano de esta ciudad, cuando me quede paralizado al verla a ella que venía justo en dirección hacia mi. Lo increíble fue poder distinguir su cabellera rizada y rubia entre las demás. Nos saludamos y le preguntó que estaba haciendo allí, contestándome que estaría al otro lado del depto de perfumería como promotora. Creo que me puse feliz, y ya no me importaba si mi colega de trabajo desaparecia hasta por 2 horas con mi jefe. Conversabamos casi todos los días, pero la felicidad duraría poco al enterarme por mis propios ojos, de que este viejo verde estaba con mi compañera en un cafe charlando demasiado ensalzado con ella, para ser un tema laboral. Y en efecto, a los pocos días me entero que estan juntos por un rumor de pasillo, y esas pintada en el baño que daban por sospechada este romance tan inusual; pero claro el dinero todo lo mueve. Al principio no me importaría, estaba con mi polola, y empeze a verla distinta, para olvidar luego este asunto. Y digo que solo fue al principio, ya que, ante mis ojos se esclarecía meses y meses de esas salidas raras con mi colega de trabajo, el cual ya había olvidado ya que, se tornaba regular sus 5 horas antes su salida del trabajo y esos escapes con mi jefe. El viejo este era 'bi', un beso que me llego a dar asco, no porque fuera algo homosexual, para nada!. Era el asco de rabia que sentí de manera inexplicable, ya que, hasta hace poco, mi compañera me decía lo bien que se llevaban como pareja. Llegue furioso a mi casa, pense en dejar el trabajo, en mandar todo a la xuxa. Hasta que se me ocurrió una idea, idea que iba a sepultar mi despedida, pero no me importó. Lo primero fue concertar una cita entre mi colega y mi jefe. LLegué muy temprano, antes que él, que siempre llegaba antes que yo. Le dije que él, lo estaría esperando en un cafe del mall. Hasta en incluso, le deje ver que era pro partidario de su homosexualismo, para que le comprara un chocolate o algo así, todo con tal de hacerle ver a Fernanda lo cerdo que era el jefe. Lo llamé y le comente que en lugar se irse a la oficina de bodega estaría en el café que siempre frecuentaban a la hora del almuerzo. Llame a Fernanda y le dije que se había perdido la plata de las ventas anteriores y que el jefe decia que debía responder. Al llegar ella, le conté que todo era una mentira de parte mía pero que me siguiera. No me creía nada, y por dentro sabía que si esto no funcionaba, estaría perdido. A duras penas la logré conducir, para que viera la escena de esos 2. Cuando los vió, me miró asombrada y esperamos. No esperamos 1 minuto y mi plan dió resultado. Ella no lo podía creer, y me dijo que por qué había hecho eso. No supe que contestarle.
A los días siguientes no supe nada de ella, aún cuando la llamaba y le enviaba mensajes por FB. Una tarde, webiando en el celu, me dicen hola, levantó la cabeza y era ella. Cuando la vi de cuerpo completo, pense que iba a estallar jajajaja. Le habré lanzado más de 20 palos, pero solo atinaba a reirse. Y la coincidencia hizo su trabajo. LLegamos sin querer al mismo café, y la invite rapidamente el Fazenda Sao Benedito, un café mas caro que la cresta, pero que rogaba que valieran la pena. Nos reímos creo que como 2 horas, ya que sabía que mi jefe estaría en otra, luego de lo sucedido con su 'pareja'. Cuando ya estaba pasado mi horario de almuerzo, vi a a este viejo verde venir hacía el local. Yo estando ahí 2 horas aguantándome no darle 1 beso, era la perfecta ocasión. Junté valentía y luego del último palo que le tiré, el cual por fin me respondió, le chante el beso que jamás olvidaría, no sólo porque fue el que mas disfuté, sino porque, el maldito de mi jefe venía, adivinen con quién...si, mi, hasta ese beso, actual polola. La escena luego de eso no se las voy a contar, pero mi rubia nunca mas supe nada, de mi trabajo tampoco, y de mi ex, para que decir. Y aquí estoy, ahora soy yo el que me mimetizo entre las dema gente de pelo negro, ojos oscuros y esa pizca de barrio bajo, buscandome un trabajo de empaque por ahí nomás, ya que de las buenas lucas pase al sueldo reguleque de todo chileno, y todo por cuanto, jajajaj bueno del mejor beso que no me arrepentiré nunca (aunque el teléfono lo tengo y del FB no me ha bloqueado jajaja...
