Una mudanza por la salud de mi hija
Buenas. Mi historia es parte confesión y parte solicitar consejos.
Actualmente trabajo en el área de laboratorio e investigación; soy Técnico Veterinario de profesión. Tengo una hija adolescente que acaba de cumplir 15 años con un cuadro depresivo severo y quizás un diagnóstico de TEA en proceso de confirmación médica. Ella está tomando antidepresivos debido a que se ha autolesionado. Como mamá, tuve que dejar todo de lado por ella, cuidarla y gracias a Dios y a mucha fe, estamos saliendo adelante. Al final, ambas tenemos un cuadro de depresión, pero estamos en psicoterapia y recibiendo el tratamiento correspondiente.
Tengo una pareja que no es el padre de mi hija; él tiene sus hijos un poco más grandes, por lo que vive actualmente solo. En un momento, pensamos en vivir juntos, pero debido al cuadro de salud de mi hija, eso nunca se concretó. Él es una persona extraordinaria en todos los sentidos, un buen compañero, excelente padre, amigo, confidente y amante. Nuestra relación se basa en pasar algunos días en mi casa (con mi hija) y otros con él en la suya. Cabe aclarar que cuando tomo mis momentos personales, es su papá quien se encarga de ella, así que nunca está sola, porque tampoco podría estarlo.
Recién salgo de una licencia de un mes para cuidarla, y nuestra relación ha mejorado muchísimo. Como no tuve vacaciones este año, me tomé unos días con ella para las vacaciones de invierno, en las que pensábamos ir al sur, pero debido al clima, finalmente fuimos al norte, específicamente a la cuarta región. Ella llegó como una persona completamente nueva, y volvimos a recuperar nuestra confianza y esa relación tan difícil de mantener con una adolescente. Además, verla feliz como una niña aún me llenó el alma y el corazón. Ese viaje fue mágico y sanador para ambas, tanto que me ha pedido que nos mudemos de Santiago al norte, ya que cree que la tranquilidad del lugar, sin tanto estrés ni ruido, y la cercanía del mar, serían beneficiosos para su salud mental.
A un mes de esa petición, hoy prácticamente está decidido que haremos un cambio. Obviamente, lo he pensado mucho, ya que no es fácil dejarlo todo e irse, especialmente con un hijo, pero ella no se lo merece. Estamos dispuestas a hacer el esfuerzo y probarlo, sabiendo que quizás no será fácil al principio ni hasta que estemos estables en todos los sentidos. Lo he discutido con su padre, y aunque no estuvo de acuerdo al principio, finalmente aceptó la voluntad de la niña, ya que esto no es un capricho, sino una cuestión de salud mental y bienestar. Ella tendrá sus momentos con él, pero se siente sola, ya que él no la escucha ni llega como yo. Además, mi hija tiene crisis de pánico, por lo que el confinamiento es terrible para ella. Yo también me siento agobiada, así que las escapadas al mar son necesarias constantemente para nosotros. Él nunca lo entendió hasta ahora.
Por otro lado, mi pareja nos apoya al cien por cien. Nos ayudará con la mudanza, y además, tiene familiares en esa zona que nos orientarán sobre dónde vivir. A él le quedan cuatro años para jubilarse, así que después él también hará un cambio. Somos conscientes de la distancia, pero nuestra relación es madura y el amor perdurará. Además, él nos visitará en nuestra casa, y mi hija lo conoce y ha compartido tiempo con él, así que lo ha aceptado.
El trabajo no me complica tanto, ya que estoy esperando que me entreguen mi segundo título técnico, esta vez en el área administrativa. Como trabajo en el sector público, aspiro a cambiar de lugar y ejercer en otro sitio. Además, con mucho esfuerzo, estoy en mi tercer año de Ing. en Administración de Empresas, por lo que mi sueldo debería mejorar en un futuro cercano.
El problema es el siguiente: con un sueldo actual imponible de 800.000, tengo una casa a mi nombre, pero pago un dividendo de más de $350.000. Actualmente, el padre de mi hija me ayuda porque no paga pensión, pero ahora que nos vamos a separar, él deberá costear sus gastos, además de la pensión para la niña. Entonces, estoy considerando poner la casa en arriendo para cubrir el dividendo, ya que venderla no es una opción, debido a que la deuda es a 30 años, y apenas llevo pagados 4. El problema es: ¿alguien sabe si es posible que me den otro crédito hipotecario (ya sea en mi banco o en otra entidad), considerando que mi sueldo debería mejorar con este cambio o cuando me titule en Ing.? Si no es posible, ¿qué otra opción tengo para adquirir otra casa? No quisiera arrendar (a menos que sea con opción de compra). Sé que tendré que endeudarme de todas formas, pero la idea es pagar una casa que será mía en algún momento y que los pagos mensuales no sean tan elevados.
Mi hija me pregunta todos los días: "Mamá, ¿cuándo nos iremos de Santiago?" Yo solo la miro, confío y dejo todo en manos de Dios y el destino, pero con mucha fe en que lo lograremos, y con ello, será mejor para muchas personas, incluyendo a mi pareja y su familia.
Los leo.
Gracias por leer y sus consejos!
