Amores platonicos
Bueno, a mis anteriores dos o tres confesiones, o más bien planteamientos hechos en esta página que es excelente, me uniré al club de los que confiesan acerca de sus buenos, malos y platónicos amores.
Resulta que a mis treinta y algo, así como he leído en otras confesiones, yo también nunca he pololeado.
Me han gustado algunas chicas desde los 15 años, siendo estudiante de media, universitario, y también ya profesional. En lo laboral, siempre me ha ido bien económicamente hablando; no puedo quejarme, aunque desde la pandemia empezaron a abundar las vacas flacas, y asimismo estoy ahora viviendo con mi sueldo bajo y mis pocos ahorros.
Volviendo al tema, a todas esas chicas les hice cortejo y les llegué a manifestar mi sentir del momento, pero o me faltó inteligencia emocional para haberlo hecho mejor o ellas estaban pololeando ya, enamoradas de sus respectivas parejas. En ese último caso, al verme sin posibilidades, opté por alejarme. Siempre he preferido empezar cualquier cosa en cualquier ámbito de forma relajada y no martirizarme en ese quehacer.
Actualmente estoy solo, vivo solo con mascotas, prácticamente sin haber visto hace mucho tiempo a mis viejas amistades, que ya han hecho sus vidas. De repente palabreo con ellos, pero no es lo mismo que años atrás.
Y también actualmente me llama la atención una nueva compañera de trabajo de otra área, pero que por esas típicas cosas que de repente tienen las empresas, hasta hace no mucho nos pusieron a trabajar juntos por un breve periodo que ya concluyó. Antes de eso, cuando nos cruzábamos, con suerte nos mirábamos. En el tiempo que trabajé con ella, descubrí que era una mina la raja, y tuvimos más de una conversación, casi siempre eso sí en virtud de lo laboral. En una de las primeras, hice algo que posteriormente leí que a ellas les encanta: que uno le pregunte acerca de sus gustos. Se me dio naturalmente, porque quería saber de ella. Creo que ahí me interesó más, porque además a ella le costó dejar de conversar conmigo, a pesar de que los dos teníamos trabajo urgente que hacer en ese momento.
Pero bueno, creo que para variar, mi desinteligencia emocional ya mencionada no me permitió o no me ha permitido intentar algo más. Sé de ella los pocos gustos que me comentó, yo no tengo idea de si está o no en pareja, no quiero saberlo, porque si llego a tener nuevamente la oportunidad de entablar una conversación con ella, no quiero condicionarme y me gustaría jugármela. Hay una palabra que no me gusta, pero que a mí me describe igualmente bien: cuando estoy con alguna mujer que me cae bien, independientemente de la edad y siempre y cuando no sea familiar mío, me muestro COQUETO, manifestando naturalmente que me gusta interactuar con esa mujer.
Bueno, evidentemente con mi compañera, también me he sentido así, pero ante mi desinteligencia emocional, hay veces que me comporto de forma quizás arrogante o literalmente me ah... ono, y queriendo hablarle, no la pesco.
Con esto último, dejo claro que si hubo algo de confianza mientras trabajé con ella, ahora quizás ya no tengo chance de volver a crearla. Si se ha dado cuenta de ese ah... miento, a lo mejor maté mi posible chance.
He sabido que las mujeres detectan cuando les gustan a un hombre.
No niego que esa buena onda quizás haya sido sólo para mantener la fiesta en paz mientras trabajamos.
Si llegaras a leer esta página y reconoces alguno de los detalles, un mensaje para ti: dame una señal sólo si también te gusté o te gusto. Como pista: yo también te hice saber cosas de mí en mi última comunicación formal, y me encantaría hacer para ti alguna de esas cosas. Al menos como amigo.
